Día Mundial del Riñón: a cuidar los filtros
Cada segundo jueves de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón, con lo que se busca generar una campaña de concientización global sobre la importancia de los riñones, su cuidado y la prevención para evitar las enfermedades renales o buscar la mejor vida posible en caso de contraer una.
La función principal del riñón radica en que «es el gran filtro de nuestro organismo; a través del riñón se filtran aproximadamente 180 litros por día, donde el riñón, a través de la orina, elimina los desechos tóxicos producidos de la ingesta y también de la elaboración y funcionamiento de las células» explicaba a Contala como quieras la doctora Irene Paz, aclarando que a partir de esto se equilibra así el medio interno y también ayuda a regular la presión arterial, entre otras funciones esenciales para nuestro organismo.
Responsable del servicio de Nefrología y Diálisis del Hospital Escuela Ramón Madariaga, Paz contó que «hay enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial que cuando no están bien tratadas o bien controladas impactan la funcionalidad del riñón», agregando que actualmente en el mundo casi un 40% de los pacientes que están en diálisis o que llegan al trasplante son diabéticos. Para evitar esto es fundamental desde el diagnóstico hacer los análisis frecuentes, adecuados, que acompañen los cuidados correspondientes, con controles constantes de glucemia, como así también de la presión arterial en los casos de hipertensión.
La arista fundamental en el cuidado de los riñones radica en la prevención, con hábitos saludables que al fin y al cabo favorecen el cuidado de todo nuestro organismo. Respecto a esto la doctora Paz habla de las «reglas de oro», donde un eje que se destaca es la actividad física, que además de mantener en forma a las personas secreta endorfinas y ayuda a regular la presión arterial. «El estar en movimiento activa nuestro metabolismo y acelera que se desechen los elementos tóxicos a través de la orina», señaló la médica, manifestando que una caminata de 30 minutos al día ya favorece ampliamente.
Otra de las reglas para estos hábitos saludables es el consumo de agua, recomendándose un consumo mínimo de 2 a 3 litros por día. «Al estar bien hidratados, nuestros riñones funcionan mejor y esto ayuda a que depuren más a través de la orina». La última regla fundamental es una buena alimentación, es decir basada en frutas, verduras, legumbres, que las carnes en lo posible sean magras, bajo consumo de sal y buscando evitar los elementos procesados, que «generalmente tienen un alto contenido de sodio y de grasas saturadas» puntualizaba Paz.
A la hora de pensar en aquellas señales de alerta que nos tienen que llevar a un control médico Paz decía «por ejemplo la aparición de orinas oscuras o espumosas, esto último se puede traducir en que se tenga perdida de proteínas en la orina, y al ser muy oscuras que haya presencia de sangre, aunque sea microscópica»; también los edemas faciales, o hinchazón de manos o pies son otras señales de alerta. De igual forma lo recomendable son controles rutinarios de al menos una vez al año, y más seguidos en poblaciones de riesgo, donde con una simple muestra de sangre y de orina se puede analizar el funcionamiento de los riñones.
La médica explicó también que hasta estadios muy avanzados las enfermedades renales no producen síntomas y muchas veces se puede seguir orinando habitualmente aunque el riñón haya empezado a perder la función de filtrar y esto lleva a que se acumulen los desechos tóxicos hasta alcanzar situaciones graves; y sumado a esto comentó que la enfermedad renal crónica también es patrimonio de lo que se llama atención primaria de la salud, por lo que no es necesario ir al nefrólogo sino que se puede acudir a un control con el médico de cabecera habitual.
Por último volvió a remarcar el rol de la prevención, asumiendo que «lo más importante no solamente en la patología del riñón sino en muchas enfermedades es estimular el autocuidado, aprender a ser moderado y tener buenos hábitos saludables, no solamente como adultos, sino inculcarles a los niños desde pequeños».