«Esta es una semana emblemática porque se cumplieron 10 años de la sanción Ley de Identidad de Género en Argentina el 9 de mayo del 2012», recordó Amanda Lozina en su columna Hablemos de ESI, este viernes 13 de mayo, en el programa Contala como quieras, en La 99.3
«La Ley de Identidad de Género se sancionó con 55 votos afirmativos y una abstención en el Senado, lo que demuestra que el debate venía más aceitado de Diputados y pasaron 10 años de esa ley y qué impactó en las vidas de estas de estas personas la posibilidad del reconocimiento de un derecho primario que es el Derecho a la Identidad y ocurrió aquí en Argentina, una ley avanzada en el mundo, y cuando se aprueban estas leyes ya es muy difícil ir para atrás, son ese tipo de cosas en donde pienso en los años del macrismo cuando han hecho y desecho un montón de derechos humanos de todo tipo de estructuras y ese tipo de estructuras son bastante inamovibles, ya es una cuentión estructural ya que tiene que ver con la vida de las personas»
«En estos diez años hubo 12.655 cambios registrales o rectificación de la identidad. De esos 12 mil un 35% o sea 4.331 fueron cambios registrales hacia varones trans, siempre un varón trans es una persona que se auto percibe varón y ha nacido con vulva, que es lo que se ha visto menos hasta ahora, y esto tiene que ver con esa invisibilidad que se le da a la a la figura de la mujer y por qué digo a la peor mujer cuando estamos hablando de varón trans, porque son justamente personas que han nacido con vulva con una identidad de mujer y que han transicionado a lo largo de su vida, entonces esa figura, esa persona que ha nacido con vulva, que ha sido niña, que probablemente haya sido adolescente en donde está desestimado su autopercepción identitaria, se decía ‘es medio machona’, como muchísimo ‘será torta’, pero no hay mucha observación y mucha denuncia respecto a la transición hacia un varón. Sin embargo, las identidades trans mujeres, travestis, mujeres trans son justamente esto, personas que se identifican como mujeres y portan penes, entonces está la condena social respecto del traspaso a la feminidad, no digo cualquier varón que tenga aspectos feminizados, no importa si es gay no es gay, puede ser muy heterosexual, pero hay juicio y cierto prejuicio y ahí ya hay cierta denuncia, el varón rompe su estructura bien masculina, varonil y todo lo que eso implica y ahí ya hay un ojo puesto y ante este ojo puesto la resistencia de estas mujeres trans travestis donde también hay algo que se les hace carne la cuestión de identidad y al ser tan identificatorio a la vista es mucho más fácil identificar que un varón está teniendo rasgos femeninos a que una mujer tenga rasgos masculinos. No siempre la transición, incluso la necesidad corporal y emocional de querer reafirmarlo se hace más fuerte y mucho más visible. Una joven que está transicionando a ser varón probablemente empieza a usar ropa grande, a cortarse el pelo, pero en las familias hay resistencia a esa situación de transición y entonces ‘bueno, no queremos hablar mucho de qué está pasando’, sin embargo para los varones parece ser más fácil».
La Ley de Identidad de Género motorizó la búsqueda de percisión en las estadísticas, la necesidad de aclarar las diversas identidades de género, las discriminaciones a la hora de buscar un trabajo y otras profundas dificultades que atraviesan estos colectivos para ser reconocidos e incluidos por la sociedad. De todos esos aspectos habló Amanda en esta columna dedicada a pensar la Ley aprobada en 2012.
En su tésis de grado en la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, junto a Pilar Miguez Iñarra, Amanda y Pilar, ambas misioneras, fueron distinguidas por la producción y edición del cuadernillo «Hablemos de ESI, una caja de herramientas para trabajar en el barrio». Con ese y otros antecedentes, en su columna semanal Hablemos de ESI, en el programa Contala como quieras, en La 99.3 de Posadas, Amanda analiza, reflexiona y ofrece herramientas para el abordaje de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral sancionada en 2006, que establece el derecho de todos los estudiantes a recibir contenidos de educación sexual de manera integral en todas las escuelas del país desde el Nivel Inicial hasta la formación técnica no universitaria. Esta ley da origen al Programa Nacional de Educación Sexual Integral.