Miles de brasileños acampan en las inmediaciones del lugar de detención del expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva y mantendrán la movilización hasta que el líder latinoamericano sea liberado. Así se informó este domingo desde el Comité Popular de Defensa de Lula y de la Democracia (PDLD), horas después de que Lula se haya presentado ante la justicia en Sao Pablo y que haya sido trasladado a Curitiba donde ingresó la noche del sábado a la sede de la Policía Federal en cumplimiento del auto de prisión dictado el pasado jueves por el juez Sergio Moro.
Para esperar la llegada de Da Silva a la Policía Federal de Curitiba se congregaron en los alrededores centenares de ciudadanos. Unos para acompañar a su líder, otros para celebrar el encarcelamiento del hombre que, siendo presidente, logró sacar de la pobreza a 40 millones de brasileños.
Separados por un cordón para evitar disturbios, cuando se supo que Lula ya estaba en el lugar se desató una brutal represión de parte de la Policía Federal contra los seguidores del dirigente detenido.
Desde el Comite Popular informaron que «en el momento en que el helicóptero que lo traía se posó en la sede de la Policía Federal, ya había más de mil personas allí para apoyarlo, mientras unos 60 militantes del odio lo hostilizaban en el local».
Lula fue condenado a 12 años y un mes de prisión por delitos de corrupción. Lo acusaron de aceptar un lujoso departamento triplex frente a la playa, en el Condominio Solaris, en Guarujá (municipio del estado de São Paulo), a cambio de beneficiar a la constructora OAS en sus contratos con la estatal petrolera Petrobrás.
Sin embargo, durante el juicio no se logró demostrar que Lula sea el propietario del inmueble, y tampoco se identificó cuál sería el acto o la omisión que habría dado origen al recibimiento del inmueble. Por ese hecho, Lula fue acusado bajo el cargo de corrupción pasiva, delito que supone que un funcionario público realiza o deja de cumplir un acto de su competencia a cambio de algún beneficio.
El secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Pablo Gentili, sostiene que el arresto de Lula da Silva pone en riesgo el futuro democrático de Brasil y puede privar al país de su influencia política a nivel internacional.
«Brasil inicia ahora un proceso muy triste, verdaderamente deprimente de la fragilización de las instituciones democráticas, que va a tener un enorme costo para su reconocimiento y visibilidad en la geopolítica mundial», ha comentado Gentili a Rusia Today.
Sereno y tranquilo
Al arribar a Curitiba y ser alojado en la sede de la Policía Federal, «el expresidente Lula se quedó en compañía del abogado Cristiano Zanin Martins durante un largo período» y después «durmió tranquilamente y no fue maltratado por los agentes de la policía. Continúa sereno y tranquilo. Su fuerza viene del cariño del pueblo y ella alimenta ese sentimiento», relataron desde el CDLD.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) se entregó a las autoridades en Sao Paulo 26 horas después de que venciera el plazo dado por el juez Sergio Moro para su ingreso en prisión. Durante esas horas permaneció en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos en Sao Bernardo Do Campo, en Sao Pablo, desde donde se dirigió al pueblo brasileño al finalizar la misa que él mismo pidió que se realicé en homenaje a su esposa Leticia, fallecida el año pasado.
Acampe y vigilia por la libertad
«La vigilia en Curitiba de apoyo al mayor presidente de nuestra historia será permanente», informaron desde el CDLD, y agregaron que «ya se están programando visitas de líderes internacionales».
«Hasta el día en que Lula sea liberado, miles de personas pasarán todos los días por el lugar que Sérgio Moro esperaba que se conociera apenas como la ciudad donde Lula cumplió la pena, pero en realidad se convertirá en un marco de peregrinación para todas las personas de Brasil y del mundo que luchan por la justicia, la democracia y el respeto a los derechos fundamentales», destacaron.
El mismo Comité advirtió que «esa imagen -de miles de personas expresando la solidaridad a un preso político frente al lugar donde él cumple pena de forma ilegal e ilegítima- escapó a la estrategia del juez Sérgio Moro, lo mismo que, durante una conferencia de una hora en la Cámara de Diputados, citó a Estados Unidos 15 veces», y subrayaron que «para tristeza de los intereses yanquis y de la derecha fascista de Brasil, Sérgio Moro transformó a Lula en un mártir vivo, en un símbolo de lo que las élites son capaces de hacer para impedir que el pueblo sea tratado con respeto y dignidad por los gobernantes».
Acerca de la represión del sábado por la noche, el CDLD relató que «la Policía Federal mostró su truculencia a la misma hora en que el helicóptero con Lula se posaba. Más de dos decenas de personas -incluyendo niños y ancianos- se lesionaron con el ataque de la PF con bombas de gas. Hay toneladas de videos y fotos en Internet que exponen al mundo el nivel de violencia de la policía brasileña». Lo denunciado «se registró en un boletín de ocurrencia en el Cuarto Distrito Policial de Curitiba», en tanto que «la sección paranaense de la Orden de los Abogados de Brasil acompañará la investigación que se abrirá este lunes para investigar el caso».
Los promotores del acampe y vigilia lanzaron una campaña para que desde todo el mundo se envíen cartas al expresidente a su lugar de detención y coordinarán visitas al presidio de personalidades de reconocimiento internacional. «El juez Sérgio Moro, los fiscales de la Operación Lava-Jato y los policías federales de Curitiba pensaron que serían los carceleros de Lula, pero en realidad van a ser los carteros del pueblo brasileño para el mayor símbolo de la lucha popular que ya existió en Brasil», sostuvieron.
Las cartas para Lula se pueden enviar a la siguiente dirección:
Superintendência Policia Federal
Para Luiz Inácio Lula da Silva
R. Profa. Sandália Monzon, 210 – Santa Cândida, Curitiba/PR