Acompañadas resultará más fácil
Misiones adhirió al programa Acompañar, del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, que brinda apoyo económico y acompañamiento integral a personas en situación de riesgo por violencia de género.
Las mujeres y personas de los colectivos LGBTI en riesgo tendrán la posibilidad de acceder a un ingreso mensual equivalente a un salario mínimo vital y móvil ($ 18.900 actuales, con dos aumentos ya aprobados que llevarán el monto a $ 21.600 en marzo de 2021) durante seis meses, período en el que además recibirán apoyo con “el abordaje integral que la persona necesite, ya sea acompañamiento psicológico, garantía de acceso a la Justicia o, en algunos casos, el ingreso a un refugio”, dijo Claudia Perugino, coordinadora del programa del ministerio que conduce Elizabeth Gómez Alcorta (foto).
Reconocida a sí misma como una activa militante por las causas de género, Perugino recordó que durante su participación en el Encuentro Nacional de Mujeres realizado en Posadas en 2012 pudo comprobar “la demanda de las mujeres misioneras en relación con cuestiones de violencia y discriminación”.
La nueva prestación “viene a romper con una historia de burocracias para el acceso a determinados programas”, le dijo Perugino a Contala como quieras, y destacó ante todo que la inscripción “no requiere denuncia judicial ni policial: la sola manifestación de la persona tiene carácter de declaración jurada”.
“Los datos se cargan en un sistema que va a integrar a todo el país. Esa información nos llega al Ministerio, la validamos con ANSeS y la persona tiene el alta para el programa», aseguró la funcionaria.
“En una primera etapa las provincias se constituyen en unidades de ingreso, acompañamiento y seguimiento” a través de los organismos que en cada una se ocupan de las temáticas de género, explicó, para agregar enseguida: “Nosotros vamos a seguir en línea el abordaje de la situación”, ya que el objetivo es, “luego de los seis meses de implementación del programa, que la persona constituya un proyecto de vida autónoma, libre de violencia, y en la medida de las posibilidades que el Estado provincial la ayude a tener acceso a la salud, a la educación, a la vivienda, al trabajo, a la Justicia”.
“Cada situación requiere un abordaje particular. En esto no hay respuestas automáticas. No todos los casos requieren el mismo abordaje”, aclaró, y por eso enfatizó sobre la importancia del seguimiento y acompañamiento personalizado que prevé el programa.
“Las personas que atraviesan situaciones de violencia pueden salir” de esa tragedia, “pero nunca solas, y el Estado tiene una gran responsabilidad” en facilitarle los medios para constituir una nueva vida libre de ese riesgo, afirmó.
El Acompañar integra el Plan Nacional contra las Violencias 20-22, “que prevé también la incorporación de otros programas que tienden al equipamiento de refugios, a la instalación de centros para el abordaje de estas situaciones”, comentó, y en ese sentido recordó que una de las líneas de la gestión nacional “prevé también el apoyo económico a las provincias para la creación de refugios y el equipamiento de los ya existentes”.