Condenado por cumplir la ley
“La condena de ayer es la ratificación del disparate de una denuncia inconsistente y del disparate de haber llegado a un juicio oral que está dado en el marco del lawfare, de la guerra jurídica, de inventar causas y de la persecución política”. Así lo sostuvo Martín Sabbatella, ex titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), tras ser notificado este martes de la sentencia del juez Ariel Lijo por la que se lo condena a seis meses de prisión en suspenso y un año de inhabilitación para ejercer cargos públicos por “abuso de autoridad” en la aplicación de la Ley de Medios al Grupo Clarín durante el gobierno de Cristina Kirchner.
Entrevistado desde el programa Contala como quieras, de La 99.3, y tras celebrar la absolución en la misma causa de otros directores de la ex Afsca, el actual titular de la Autoridad de la Cuenca Matanza – Riachuelo (Acumar) contó que la denuncia del grupo Clarín “se hizo para dilatar la aplicación de la Ley de Medios después que la Corte (Suprema de Justicia) declaró su constitucionalidad”, en octubre de 2013.
“En ese momento Clarín tenía que presentar su plan de adecuación a la ley como todo el mundo y presentó su plan de adecuación voluntaria y el Afsca se lo aprobó”, relató Sabbatella, y añadió que “después estudiamos cómo quedaba su composición societaria y nos dimos cuenta que otra vez estaban haciendo trampas a la ley, porque cuando decían que se dividían no se dividían, cuando decían que vendían no vendían, porque mantenían vínculos societarios cruzados en empresas en Nueva Zelanda, en Canadá, Estados Unidos”. Entonces “decidimos pasar a la adecuación de oficio que está contemplada en la ley (de Servicios de Comunicación Audiovisual) y que fue aprobada en el directorio de la Afsca”.
Con esos procedimientos en marcha, Clarín denunció a Sabbatella y a otros directores de la Afsca por supuesto “abuso de autoridad”. “La denuncia fue para dilatar la adecuación; y lo lograron, porque frenaron todo con las medidas cautelares, como siempre lo habían hecho, hasta que llegó el gobierno de (Mauricio) Macri y quitó los aspectos antimonopólicos de la ley” por un decreto de necesidad y urgencia (DNU) a pocos días de haber asumido el gobierno, en diciembre de 2015.
“Después la denuncia continuó y creo que fue impulsada en un acuerdo entre (Héctor) Magnetto y (Claudio) Bonadío en el proceso de instrucción, ya no para dilatar la aplicación de la ley, porque eso ya estaba resuelto con el decreto de Macri, sino para lograr lo que intentan con esta condena: una medida ejemplificadora, disciplinadora”, reflexionó Sabbatella, al tiempo que insistió en que “no es una condena a mí, es una señal a la política, a los funcionarios y funcionarias y quiere decir ‘ojo con meterse con nosotros, ojo con meterse con quienes nos consideramos por encima de la ley, ojo con meterse con quienes tienen privilegios en la Argentina’. Es una señal disciplinadora para atemorizar o domesticar a la política para que no repita la idea de cuestionar o interpelar a los sectores más privilegiados de la Argentina”.
Consultado sobre la insistencia de los medios hegemónicos en la práctica de lo que el fallecido periodista Julio Blanck llamó “periodismo de guerra”, sin dar crédito alguno al gobierno de Alberto Fernández, el presidente de Acumar subrayó que “lo hemos planteado siempre: lo que creemos es que la democracia necesita de todas las voces, las que te gustan y las que no”, y en ese sentido “lo que buscaba la ley es democratizar la tenencia de medios para garantizar la pluralidad, la libertad de expresión, para que estén el conjunto de las opiniones. Por lo tanto, los medios hoy pueden opinar lo que quieran sobre nuestro gobierno”, pero advirtió que “lo que está claro es la cantidad de mentiras que se arman, las campañas para manipular la opinión pública y lo que quedó claro con la Ley de Medios es desde dónde habla cada uno, qué buscan, cuáles son sus objetivos, y eso se ganó con la ley porque cada vez que prendés la radio o la tele tenés que interpelarlo, ponés un signo de pregunta porque no hay una verdad allí”.
Acerca del rol de la Justicia y lo que denomina como lawfare para el caso de su condena, Sabbatella remarcó que “otro problema es el Poder Judicial, porque hay una parte de ese poder que está colonizado con intereses económicos o es utilizado para estrategias políticas”, y se remitió a las expresiones del presidente Alberto Fernández cuando habló de “los sótanos de la democracia”. “Hay que cambiar esa oscuridad, esa trama de campañas de falsas noticias, con operaciones judiciales, con guerras jurídicas, toda esa trama oscura es lo que la democracia debe sanear”.