Educación Pública Argentina como Derecho Humano
El sistema educativo argentino languidece por efecto de la aplicación de la nacionalización de una estrategia desplegada desde la CABA desde 2008 en todos sus niveles por el macrismo –radicalismo, política continuadora de la implementación de las recomendaciones del BM y el BID (coincidentes con la “descentralización educativa” realizada por la dictadura cívico militar eclesiástica en 1978 que quiso perpetuarse con la Ley Federal de Educación de 1994, eximiendo al Estado nacional de su financiamiento y dejando libradas a las jurisdicciones y a sus propios recursos el sostenimiento de la educación). Se intenta ahora mercantilizarla cuestionando la centralidad del Estadoen su diagramación y valiéndose del auge de los conceptos propios de la economía en una falsa discusión de si es gasto o inversión pública.
El Manifiesto Argentino sostiene desde su Ideario que la educación es un derecho.
El estrago socioeconómico devenido del contubernio macrista-radical está a punto de cobrarse como víctima al Sistema Educativo público argentino, desde el nivel inicial hasta el universitario, joya de reconocimiento universal que, quizá, sea la máxima contribución a la cultura moderna de parte de nuestro pueblo (conjuntamente con el juicio y castigo a las juntas militares asesinas), llevándolo a empujones a una etapa de mercantilización plena emulando el “modelo chileno” del dictador Augusto Pinochet. ¿Cómo? Por efecto de una desfinanciación ilegal impune, la depreciación constante de la formación pedagógica, la demonización y pauperización del ejercicio de la docencia y el destierro de toda pretensión productiva industrialista para nuestro pueblo, en estricta contradicción con nuestra historia socio política.
Esta mercantilización de la educación se asienta en el concepto antipopular de la meritocracia, el cual resulta antagónico con el de proceso pedagógico, tan único e imposible de medir como cualquier pretensión de sustituir a la persona por una cosa. Niega el concepto democrático de la equidad y cooperación para reeplazarlo por el del “sálvese quien pueda” disfrazando al egoísmo y al individualismo de emprendedorismo.
Desde El Manifiesto Argentino decimos NO al ajuste, apoyamos y adherimos a las movilizaciones que se están llevando a cabo en cada Universidad, y colegio, y convocamos a acompañar la Marcha Universitaria desde Congreso al Palacio Pizzurno el 30 de agosto en Buenos Aires, y a todas las que se realizan en otras ciudades del país.
La educación pública es el derecho de todos y no el negocio de algunos.
Sólo el pueblo salvará al pueblo.
En la República Argentina, 29 de agosto de 2018.