El macrismo duro viene oscilando, a través de sus diarios y columnistas, sobre cómo logra el gobierno la aplicación del ajuste que el FMI impone como condición para el blindaje.
Un día hay peronistas buenos, prolijos, racionales, y otro día no son confiables, sino embusteros. Un día Macri sigue la línea no dialoguista y se “cierra”, junto con Marcos Peña, y otro día manda a negociar como quieren supuestamente Vidal-R.Larreta. Un día estos medios le hacen promoción a Massa para posicionarlo como alternativa en 2019, y al otro se hablan pestes de él.
Así estamos por estos días. El héroe, Mau, lucha solo. Hasta el llamado “círculo rojo”, empresarios, economistas y periodistas que encontraron en él la salida de la dictadura K, ahora no lo acompañan lo suficiente, llorisquea hoy Morales Solá en La Nación.
En lo que Kirschbaum, M. Solá, Van der Kooy, González, Pagni y otros coinciden es en que el ajuste se hace, a cómo de lugar, porque “no hay otra alternativa”. Como dice Macri, obviamente. Ninguno de ellos se pregunta por las ganancias fabulosas que la bicicleta financiera y cambiaria del macrismo regala a la carroña financiera local e internacional, incluyendo a varios funcionarios propios.
Por supuesto, la sola existencia de Cristina Fernández de Kirchner enloquece a los escribas oficialistas y, más de una vez, los pone en ridículo. De haberse sumado al coro de queja de señoras de Recoleta por lo mucho que ella hablaba, ahora Van der Kooy pregunta “qué oculta el silencio de Cristina”. Silencio, ocultamiento, en fin, el diablo mismo.
¿Y de quién es la culpa de todo lo “malo” que viene del “peronismo bueno”? De ELLA, obvio. Kirschbaum escribe hoy que el macrismo desconfía de los peronistas racionales y dialoguistas porque “viven condicionados” por Cristina.
El sábado Clarín escribe, con la firma de Ortelli, que el gobierno busca el acuerdo con gobernadores y legisladores, pero el domingo titula que “acordará” con el peronismo solo si acepta “cumplir” con el FMI. Algo así como: hay acuerdo si hacen lo que el FMI quiere.
Y quedó el hito del jueves: Clarín e Infobae lanzando el plan de Massa frente a la crisis económica. Fotos idénticas, textos idénticos, como si fuera un aviso, un espacio pago. Esto en vísperas de actos políticos con los que Massa, dice el domingo Van der Kooy, empieza a jugar separado.
Hubo varias denuncias políticas según las cuales Massa se nutre en la Embajada. Pero pareciera que una parte de la Embajada no lo quiere para nada.
Morales Solá escribe hoy que Massa “reapareció” con un plan -el que publicaron los otros- que tiene la palabra “subsidio” como principal. Él dice que no hay que contar con él -lo suele llamar “Ventajita”-. En cambio, sí se puede contar con el “PJ Federal”.
El papelón de la semana queda para este mismo columnista, pero el miércoles pasado. Pregunta si aún es posible la reelección de Macri, y si es posible que Macri elija “cogobierno” con el peronismo. Y responde: no, porque “la confianza” internacional y de los “mercados” va solo para Macri, ni siquiera para un “vicario suyo”. Una alianza con el peronismo terminaría con esa confianza. Así que amigos y amigas, aquí va la verdad final: “El presidente, tal como están las cosas, no tiene ni siquiera el derecho a renunciar a su reelección”. ¡Cuánto amor!
Semana a semana el periodista y escritor Hugo Muleiro repasa con detenimiento las columnas de opinión y análisis de los principales medios gráficos de mayor alcance nacional en tanto hegemónicos