La cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció anoche un paro general para el próximo lunes 25, sin movilización, y abrió un previsible frente de tormenta con el Gobierno, aunque a la vez eludió la unificación de la huelga con la que mañana protestarán las dos CTA y la propia Corriente Federal, enrolada formalmente dentro de la central sindical “oficial”.
El trinomio cegetista decidió el paro después de haber clausurado, al mediodía, la reunión pactada en el Ministerio de Trabajo, donde el Gobierno contestaría el documento con cinco reclamos que le dejaron planteado el jueves pasado: los esperaban respuestas negativas en dos puntos clave y decidieron pegar el faltazo a la cita. El día había arrancado mal.
A las cinco de la tarde el edificio de la porteña calle Azopardo reunió al triunvirato (Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña) con todo el Consejo Directivo cegetista y allí se decidió la fecha del paro. A esa hora, ya de noche, la única incógnita.
Fue Daer quien anunció la fecha y aclaró que la medida de fuerza no contempla movilización en las calles. “Le pedimos al Gobierno que reflexione, pero al no encontrar respuestas decidimos convocar una medida de fuerza», dijo el secretario general del sindicato de la Alimentación.
«En las antípodas»
Schmid, jefe del sindicato de Dragado y Balizamiento, dijo que ante el planteo al Gobierno sobre suspensión de los despidos por un año “el ministro de Hacienda (Nicolás Dujovne) nos dijo que ellos no podían intervenir en el juego del mercado porque eso afectaría la creación de empleo. Estamos en las antípodas de esa posición».
«Esta CGT siempre quiso que al Gobierno le vaya bien. Planteamos el diálogo, pedimos modificaciones y no obtuvimos respuestas. Por eso hoy encaramos el reclamo de toda una sociedad», señaló el tercer triunviro, Acuña, líder del gremio de los trabajadores de las estaciones de servicio.
La ruptura con el Gobierno se había hecho segura cuando los contactos previos a la anunciada reunión en Trabajo develaron que dos de los cinco reclamos planteados el jueves pasado no tendrían respuesta afirmativa oficial: ni acuerdo antidespidos ni exención de pago de Impuesto a las Ganancias sobre el medio aguinaldo a punto de cobrarse.
Sólo quedaba ponerle fecha al paro, un día después de que el líder de los camioneros, Hugo Moyano, convocara para mañana a la huelga de su gremio, con la inmediata adhesión de las dos Centrales de los Trabajadores Argentinos (CTA) y de la Corriente Federal que lidera el bancario Sergio Palazzo. (Ver Camioneros van al paro…)
Además, los docentes bonaerenses también tienen convocada para hoy y mañana una huelga general.
Pero la idea de unificar la protesta con la que Moyano los había “primereado” no entraba en los planes del trinomio cegetista: no sólo era un gesto de sumisión frente al camionero sino que alimentaba las chances de Palazzo de referenciarse definitivamente como candidato a una nueva conducción de la CGT.
En cambio, el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, adelantó que su gremio se sumará al paro general convocado por la CGT para el 25, “más allá de las diferencias que tenemos con algunos dirigentes. Serán dos grandes jornadas de lucha que expresarán un rechazo contundente a las políticas económicas del Gobierno», apuntó el hijo de Hugo.