(Prensa INYM) Cada 7 de julio se celebra el Día Mundial de la Conservación del Suelo. Desde del Instituto Nacional de la Yerba Mate se llevaron adelante diversas acciones con el objetivo de preservar este vital recurso.
Para la actividad yerbatera, el recurso suelo es el fundamental, no solamente para su desarrollo actual y la provisión de yerba mate a los consumidores, sino porque de su cuidado depende la sustentabilidad a futuro de todos los actores: cosecheros, productores, secaderos, cooperativas y molinos.
Cada 7 de julio se celebra el Día Mundial de la Conservación del Suelo en memoria del fallecimiento del científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, pionero en el cuidado de la tierra y experto en la disciplina.
En el caso del suelo yerbatero, hablamos de la tierra colorada de Misiones y Corrientes donde se desarrollan las plantaciones y donde nuestro equipo del Servicio de Extensión Yerbatero realiza una permanente tarea junto a los productores, acercándoles paquetes tecnológicos para un mejor manejo de este vital recurso. Curvas de nivel, “camellones” para que el agua de lluvia infiltre en los yerbales, técnicas de subsolado; cubiertas verdes, cultivo bajo árboles nativos, manejo de las malezas e, incluso, sistemas de cosecha que generen sombreado para el suelo son algunas de las estrategias recomendadas y adoptadas en las chacras.
“El suelo es la base de nuestra actividad y por eso desde el INYM promovemos su cuidado. Solamente de esa manera será posible garantizar la sustentabilidad presente y futura de todos los yerbateros”, sostuvo el presidente del INYM, Juan José Szychowski.
Desde el Sector de la Producción, los directores Nelson Dalcolmo, Jonás Petterson y Marcelo Hacklander coincidieron con estos conceptos y convocaron a todos los agricultores yerbateros “a llevar adelante manejos que eviten la erosión, generen el aporte de materia y provean de fertilidad a los suelos donde cultivamos yerba mate”.