La participación femenina en la producción de ladrillos, históricamente invisibilizada, ha encontrado en la Red de Mujeres Ladrilleras una vía de reivindicación del trabajo en esa industria, y Misiones será una de las primeras provincias que completará un relevamiento de esa actividad, muchas veces ejercida desde la informalidad, para regularizar el funcionamiento de todo ese sector productivo.
«Necesitamos el registro del IPEC (Instituto Provincial de Estadística y Censos) para tener la información validada de las unidades productivas de las familias ladrilleras, cómo trabajan y en qué condiciones», le dijo a Contala como quieras Laura Guadalupe, licenciada en Trabajo Social y coordinadora de la Red de Mujeres Ladrilleras, recientemente declarada de interés municipal en Posadas por las actividades que realiza desde el sindicato ladrillero.
A partir del trabajo de la Red, la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA) amplió el estatuto para incluir a los oleros y oleras que trabajan en la economía popular, es decir sin relación de dependencia con una empresa, para que las políticas del sindicato se apliquen dentro de esos grupos.
«La producción artesanal de ladrillos se da de forma muy precaria. El sector olero tiene muchas necesidades, no todos están cooperativizados y es por eso que desde hace cuatro años estamos trabajando en diversas áreas tratando de intervenir en la realidad que se nos presenta», expresó.
«¿Por qué el único material de construcción que baja es el ladrillo artesanal?», se pregunta Guadalupe. Su respuesta es que «el mercado juega con la necesidad de las familias ladrilleras. Estamos trabajando para que no regalen su trabajo, pero cuando una persona tiene hambre no puede pelear por un precio justo«.
La supuesta ventaja otorgada por un aumento de la demanda de materiales de la construcción observada durante los últimos meses no es tal para quienes trabajan en esa industria desde la informalidad: «Si recorren los barrios ladrilleros, todas las unidades productivas tienen dos, tres o cuatro hornos de entre 4.500 y 10.000 ladrillos, en tanto el intervalo de ladrillos por horno, y están parados. No se están vendiendo».
El camino de la Red de Ladrilleras
«En el estatuto del sindicato de ladrilleros no estaba visibilizada la mujer ladrillera, pero junto a otros dos trabajadores sociales del equipo del sindicato comenzamos a cuestionar por qué no participaban de las reuniones y de las asambleas», contó Guadalupe.
«A través del trabajo territorial pudimos visibilizar que las compañeras son trabajadoras de la producción artesanal de ladrillos», aseguró Guadalupe, y comentó que a partir de diversas estrategias lograron el acercamiento de las trabajadoras y comenzaron a construir lo que hoy es La Red de Mujeres Ladrilleras de Misiones, que ya se replicó en 17 provincias del país.
En primera instancia ese trabajo tuvo una repercusión interna en las familias ladrilleras, dentro del sindicato, y luego tuvo impacto social. «Como ladrilleras estamos trabajando con el Ministerio de Industria a nivel nacional, que por primera vez destina fondos para los proyectos, en todo el país, de la industria ladrillera», expresó la coordinadora de la Red.
Además, afirmó Guadalupe, «estamos trabajando para diversificar la actividad porque sabemos que no se realiza durante todo el año, ya que es un trabajo a cielo abierto y hay épocas de lluvias. Hay ladrilleros y ladrilleras que también trabajan en la tarefa».
A partir del año 2018, por primera vez en la historia, se incorporaron mujeres como parte de la comisión directiva de la Unión Obrera de Ladrilleros.