(Prensa INYM) El presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Juan José Szychowski, reiteró este viernes que, tanto la producción de hoja verde como la provisión futura de yerba mate a los consumidores se encuentran “totalmente garantizadas”.
Por medio de sus declaraciones, el titular del INYM salió al cruce de comunicados emitidos por algunas entidades como la COPAL, la Cámara de Molineros de Yerba Mate de la Zona Productora y la Confederación Económica de Misiones que pretendieron poner un manto de dudas respecto a los alcances de la recientemente aprobada Resolución 170, en la cual el organismo yerbatero plantea un ordenamiento de la actividad habilitando a todos los productores a plantar un máximo de 5 hectáreas a partir de enero de 2022.
En ese sentido, Szychowski explicó que, “con esa medida, cada año se podrá incrementar en un 30% la superficie de plantaciones; una extensión más que suficiente para abastecer de yerba mate elaborada al mercado local y las exportaciones”.
De acuerdo a los relevamientos existentes, la superficie cultivada de yerba mate en Misiones y Corrientes suma 177.543 hectáreas, mientras que se encuentran inscriptos 9.983 productores. Si cada uno de ellos plantara cinco hectáreas, en un solo año se podrán generar 49.915 nuevas hectáreas. Cabe recordar que la Resolución 170/ 2021 también habilita a implantar hasta un 2% más de la superficie declarada, con lo cual se estarían sumando otras 3.550 hectáreas. En resumen: por año la actividad yerbatera tiene la posibilidad de incorporar 53.465 hectáreas; es decir, puede ampliar en un 30% la extensión de yerba mate cultivada. Todo esto sin contar que no existen limitaciones para la reposición de las plantas secas o muertas.
Otro dato más que relevante lo constituyen los 61 millones de plantines (unas 20.000 nuevas hectáreas) que fueron llevados a campo en los últimos siete años. La planta de yerba mate entra en producción a los cuatro años, por lo cual una parte de esos plantines ya están entrando en producción y pasan a engrosar el volumen de cosecha disponible, garantizando aún más la provisión de materia prima a la industria, y de yerba mate elaborada a los consumidores.
En busca de la sustentabilidad
Por otra parte, el presidente del INYM reiteró que el espíritu de la Resolución 170 apunta a evitar daños y vaivenes en la economía yerbatera, “efectuando un ordenamiento más racional de la actividad” al poner en igualdad de condiciones a los productores, independientemente de su capacidad económica. “Tiene un fuerte carácter social porque afianza el arraigo de los pequeños productores en sus chacras y, a la vez, los protege ante el avance de los sectores que tienen gran capital”, destacó y añadió que “la actividad yerbatera requiere del compromiso a largo plazo de los directores del INYM, más allá de la conveniencia circunstancial del sector al que representan”.
En ese sentido, recordó que eso mismos sectores que ahora se oponen a la Resolución 170, como la Cámara de Molineros de Yerba Mate de la Zona Productora, habían aprobado en el 2017 una medida realmente restrictiva, ya que ese año la Resolución 059 prohibía realizar plantaciones durante el 2017, 2018 y 2019 e incluso establecía cupos de cosecha obligando a dejar un 20% en planta. “Con esa medida se ponía en riesgo la capacidad productiva y se causaba un grave perjuicio a los pequeños productores y tareferos”, reflexionó e hizo hincapié en que, por el contrario, la Resolución 170 ordena las plantaciones protegiendo a los productores más pequeños del avance de grandes grupos económicos, “permitiendo su subsistencia y resguardando las fuentes de trabajo, ya que todos pueden plantar de forma ordenada”.
Para Szychowski, “resulta sumamente llamativo” que hace cuatro años sectores como los representantes de los molinos y del gobierno de Corrientes hayan avalado y firmado la Resolución 059/2017 de neto corte prohibitivo, mientras que ahora votaron en contra y se oponen a un ordenamiento más equitativo de la actividad yerbatera.
“Este ordenamiento – añadió – implica fortalecer la libre competencia y evitar el abuso de posiciones dominantes porque estamos en contra de que nuestra actividad yerbatera derive en un oligopsonio, donde unos pocos puedan tener el control y el poder sobre los precios y las condiciones de transacción”.
Sobre el final, el presidente del INYM recordó que la decisión de brindar la misma posibilidad de desarrollo a cada eslabón de la cadena yerbatera es uno de los pilares que sostiene al Plan Estratégico Yerbatero vigente firmado por todos los sectores y que en su Visión se propone: “lograr una actividad yerbatera con la mayor cantidad de actores, competitiva, socialmente responsable, equitativa y ambientalmente sustentable, que ofrezca al mundo productos naturales, genuinos y de calidad”.