Por Mariquita Torres*. Unidad hasta que duela, dijo el presidente del PJ José Luis Gioja y en Nuevo Encuentro lo repitió nuestro referente nacional Martín Sabbatella.
Lo que nos dicen es que hay que laborar por la unidad aunque la memoria –que no podemos perder- nos ubique en un mismo escenario con quienes de unidad solo hablan cuando se encienden las luces, mientras otros y otras, los “invisibles”, no dejamos de trabajar esta unidad desde el mismo instante en que la oligarquía asumió el poder.
En este relato voy a hablar de esa construcción que no se ve pero que fue y es y tiene compromiso incuestionable con la unidad, hasta que duela.
Participar de aquella apoteótica plaza que despidió la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), el 9 de diciembre de 2015, fue firmar un compromiso de sangre con la recuperación del proyecto que en ese momento se convertía en calabaza para dar paso a la decisión mayoritaria de un gobierno de ricos para ricos.
Desde entonces, en Misiones, como en todo el país, no dejamos un solo minuto de provocar al presente que día tras día desde el mismo 10 de diciembre de 2015 desnudó la cara más cruel de quienes, sin eufemismos, vinieron a saquear a la Patria.
En Iguazú, donde cumplía mis últimos días al frente de la radio pública, nos convocamos el 11 de diciembre de ese 2015 para repudiar el primer decreto de necesidad y urgencia para las minorías, el que echaba por tierra la ley más debatida de la historia nacional, la de Servicios de Comunicación Audiovisual. De allí nació el Frente Popular Iguazú (Frepoí), una de las primeras expresiones misioneras de unidad de militantes y referentes del proyecto que encarna CFK.
Paso nota de cada acción para la construcción de unidad desde entonces y de sus protagonistas porque para romper con la lógica de la «rosca» y los «dedazos» es bueno mirar y valorar la acción militante no prebendaria. Así fue como nos mantuvimos movilizados con manifestaciones los 24 de Marzo; homenajes a Néstor; Plaza del Pueblo; repudio al 2×1, repudio a la entrega al FMI; repudio al ajuste a la discapacidad; reclamo de libertad a Milagro Sala y a todos los presos políticos; marcha de los trabajadores contra despidos, ajuste y reforma laboral; repudio a los tarifazos, y podría seguir porque en verdad durante estos tres años y medio no nos quedamos callados ni apoltronados en cómodos sillones de algún despacho, ni renegando de los mejores 12 años de esta democracia que ya cumplió 35.
Estuvimos allí todos estos años Nuevo Encuentro, Miles 3T y después Frente Patria, La Cámpora, Descamisados, Tupac, La Néstor en todas sus versiones, Resistiendo con Aguante, Peronismo Militante, Partido Solidario, Lealtad y Militancia Peronista, alfonsinistas, comunistas, Movimiento Evita, Kolina, Frente Grande, El manifiesto Argentino, agrupación 11 de Marzo, trabajadores rurales, movimientos feministas y siguen las firmas.
Intentamos sintetizar esas expresiones en el Frente Nacional y Popular Misiones. La hegemonía política provincial siempre fue un obstáculo para esa síntesis porque o estás con ella o estás en contra de ella, y si no estás con ella no existís.
Participamos del proceso electoral de 2017, cada quien con la fuerza provincial con la que mejor se referenciaba. Todos con la convicción de que en 2019 la “grieta” provincial (que existe porque la imponen) se saldaría detrás de la búsqueda de recuperar el proyecto nacional y popular que a lo largo de la historia encarnaron los próceres de Mayo, los caudillos federales, Yrigoyen, Perón, Evita, Alfonsín, Néstor y Cristina.
Finalmente, a partir de estas experiencias relatadas, nos asignaron la responsabilidad de replicar en Misiones la síntesis de la fuerza propia de CFK: Unidad Ciudadana. Sin otros recursos que la militancia, la voluntad y la certeza de que era lo que esperaban miles de misioneros, en septiembre de 2018, con el lanzamiento de Unidad Ciudadana en el club Brown de Posadas y la presencia de más de seis mil presencias esperanzadas en que ese era y es el camino, concretamos el acto político más importante de los últimos años en la provincia.
Si, hicimos mucho y fuimos muchos más que dos, con aciertos y errores, con coincidencias y diferencias, con viejas prácticas y con innovadoras pretensiones, pero estuvimos donde había que estar, como en estas horas, buscando la unidad, hasta que duela.
La tragedia nacional, el despojo y el saqueo de los ricos -con la complicidad de no pocos en cada rincón de la Patria- nos demanda, más bien nos exige la unidad, hasta que duela.
CFK dio el puntapié inicial con maestría de estadista. Cedió el lugar que le pertenece por derecho adquirido a fuerza de ser la líder opositora por excelencia y nos sorprendió a todos con la fórmula que busca garantizar esa unidad: Alberto presidente, Cristina vicepresidenta. Los Fernández. F-F.
Enseguida, CFK conquistó la voluntad del Partido Justicialista nacional y PJ y Unidad Ciudadana –su fuerza propia- salieron juntos al ruedo a darle forma institucional a esa unidad que también demanda fortaleza para sobrellevar el dolor, porque duele, vaya que duele…
En Misiones, desde Unidad Ciudadana hicimos a un lado las diferencias –que no son pocas- para compartir los primeros escarceos de unidad y proponernos construir, fortalecer y cuidar este tránsito hacia lo que queremos que ocurra de manera contundente: el triunfo de nuestra fórmula F-F.
Sin embargo, apenas iniciado el camino, duele que al tiempo que orgullosos presentábamos el Frente de Todos en la provincia nos encontrábamos con la sempiterna mezquidad de los que no viste jamás en las calles en estos años pero que a fuerza de aparato y recursos y vaya a saber qué más toman la posta como si nadie antes viniera peleando contra esta tragedia, y declaman y gesticulan y desconocen militancia, perseverancia, coherencia y lealtad.
Duele tender puentes con un PJ misionero que durmió el sueño de los indiferentes durante todos estos años y que ahora reaparece, como debe ser, arrogándose una convocatoria que no supo construir pero que por mandato nacional asume casi como si no hubieran otros actores en esta historia. Como en todo el país, la convocatoria al Frente de Todos no es solo del PJ como se pretende y declama desde allí. La convocatoria en Misiones la hizo antes que nadie Unidad Ciudadana. Mucho antes que el PJ despierte de su indiferencia, Unidad Ciudadana ya existía y militaba y caminaba la provincia de cabo a rabo pregonando una unidad que hoy, por mandato nacional, convoca junto al PJ, hasta que duela.
Duele porque, ¿casualmente?, las mujeres que -a fuerza de mucho trabajo militante, de mucha entrega, alejadas del prebendismo perverso- nos ganamos el reconocimiento como referentes de nuestros propios espacios y otros más apenas si somos referenciadas por el aparato político patriarcal que incluso se dirige a nosotras en tono de padre comprensivo y hasta se atreve a llamarnos la atención acerca del tono de nuestros discursos (experiencia vivida por quien suscribe en un diálogo de hace apenas un par de días con uno de esos “patriarcas”).
Sirva esta mirada para que quede constancia de los dolores de este parto, pero para que se reafirme que la unidad va a ser aunque duela.
El Frente de Todos es de todos, de los que venimos construyendo esta unidad desde el kirchnerismo de todos los matices desde el día cero de la tragedia nacional, de los que desde otros espacios avanzaron en el mismo sentido y que en Misiones tiene carnadura en el Partido Agrario y Social, en Unidad Popular y en Patria Grande, entre otros, y de los movimientos sociales y las expresiones sindicales que no callaron sus reclamos frente al ajuste que tiene hacedores principales y secundarios.
El Frente de Todos es de todos, incluso de los que recién ahora comprendieron, o se ven obligados a comprender la gravedad de una crisis que la patria no se merece.
El Frente de Todos es el continente de esa unidad que nos pide Cristina Fernández de Kirchner y aunque haya que marcar diferencias y advertir animosidades, a la unidad la vamos a cuidar, aunque duela.
*Periodista. Presidenta en Misiones del partido político provincial Encuentro por la Democracia y la Equidad (Nuevo Encuentro)