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Fueron escuchados

En la Comisión Parlamentaria de Obras y Servicios Públicos tuvo dictamen favorable el Proyecto de Comunicación del diputado Martín Sereno, del Partido Agrario y Social, quien solicita la construcción de la red de agua potable para la comunidad mbya guaraní Itá Poty Mirí, asentada en las 600 Hectáreas de Puerto Iguazú. Y fueron los propios damnificados, presentes en la Comisión, quienes pudieron explicar la urgencia de contar con ese servicio básico en su aldea.
El joven matrimonio integrado por Estanislao «Tani» Acosta y Andresa Maciel, manifestó ante el presidente de la Comisión Parlamentaria, Orlando Franco (FR), una de las necesidades que los aqueja.
«Nosotros tenemos cuatro vertientes y por lo general utilizábamos la primera que ahora quedó sin uso porque está contaminada, esto ocurre porque las máquinas removieron la tierra y el agua está estancada».
La comunidad se asienta en la represa 24 que fue invadida por máquinas de obras que compactaron el terreno, y en consecuencia el agua no corre. «No sabemos si la contaminación que hay es solo por la grasa o por problemas de las cloacas; pero no podemos utilizar más los vertientes. Están ahí y no sabemos si se pueden limpiar», relató Acosta ante los legisladores de la Comisión de Obras y Servicios Públicos de la Legislatura.
Mbya sin agua en aldea rodeada de hoteles con piscinas

La comunidad Itá Poty Mirí posee vertientes y carece de agua potable; pero paradójicamente está rodeada de hoteles de cinco estrellas que tienen varias piscinas, mientras los guaraníes no cuentan con a provisión de ese elemento sustancial.

«Generalmente les pedimos a los encargados de los hoteles que nos provean, a veces nos dan y otras no, depende de su ánimo, de su humor; pero  también ocurre que se sobrepasan con nuestras mujeres, las acosan verbalmente cuando van a pedir el agua potable. Por eso estamos acá esperando que ustedes que son nuestros diputados nos den soluciones.Ya hicimos reclamos ante varios organismos sin tener respuesta, y agradecemos a Martín Sereno que se ocupa, nos invitó a la comisión a explicar nuestro problema, y elaboró este proyecto para que haya obras en nuestra comunidad que nos permita contar con agua potable», señaló el joven acompañado por su esposa.

El diputado Franco les dio la tranquilidad de que con el dictamen, y con el compromiso de aprobación del proyecto en el recinto, van a solicitar que el Gobierno provincial que a través del Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS) puede llevar adelante un relevamiento y después la construcción de la red de agua potable para la comunidad Itá Poty Mirí del municipio de Puerto Iguazú.

Reparación histórica para la comunidad

El diputado Martín Sereno, manifestó que el hecho de que la Comisión de Obras y Servicios Públicos, haya anticipado el dictamen favorable, «es un gran paso, no queda más que esperar que se concrete esta reparación histórica para las familias guaraníes que padecen esa enorme injusticia de ser los dueños de la tierra, y tener que pedirles como un favor a los  hoteleros si les pueden brindar un poco de agua potable».

El legislador cuestionó que los empresarios además de robarle sus tierras; llenen de residuos cloacales las vertientes que les suministraban agua. «Es una situación muy dolorosa tanto como las humillaciones que toleran cotidianamente. Celebro que la Cámara y esta comisión parlamentaria apruebe un dictamen que brinda respuestas políticas», subrayó.

Tierras invadidas por varios hoteles extranjeros
Entre los fundamentos del proyecto del Bloque de Diputados del PAyS, se especifica que hay una gran preocupación de las familias de la comunidad Itá Poty Mirí de Puerto Iguazú, por carecer de la provisión de agua potable.
En Iguazú hay tierras en recuperación por parte de comunidades originarias, ya que fueron invadidas por diversos hoteles extranjeros, avalado por el Gobierno provincial. Esta entrega de tierras a manos privadas significa la pérdida del acceso al agua por parte de las familias que se encuentran dentro de 600 Hectáreas.
Se trata de unas 180 familias distribuidas en cuatro comunidades. En Itá Poty Mirí no tienen acceso al agua, y para proveerse de éste líquido vital, recurren con baldes a las canillas de los hoteles, donde son hostigados y amenazados y en ocasiones hasta se atreven a acosar a las mujeres que van a buscar agua.
«La comunidad carece de escuelas, de un centro de salud  y cuando se enferman deben concurrir al Hospital del Samic de Iguazú. Las aldeas Yryapú y Jasy Porá tienen salas de primeros auxilios, aunque el Ministerio de Salud Pública y la Dirección de Salud Indígena no contratan para trabajar en ellas a los agentes sanitarios de las comunidades.
Éstas sobreviven trabajando con sus artesanías  en turismo y en agricultura, y como si fueran vendedores ambulantes ofrecen sus productos en distintos rincones de Iguazú. Reciben las tarjetas alimentarias y las madres son beneficiarias de la Asignación Universal por Hijo», especifica la iniciativa de Sereno.

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