Por Mirta Botzman.
Carezco de toda habilidad para hacer videítos de tiktok al estilo de lo que elaboran de a miles los seguidores de Javier Milei y que logran una centralidad total a través de provocaciones que consiguen imponer agenda. Imagino que en este espacio nacional y popular seguro tenemos compañeros y compañeras con ingenio y habilidad de realizarlos tomando frases de Massa, de Cristina, de Perón y agregando hasta algo de humor, y que todos nos encargaremos de viralizar. Creativos a ponerse las pilas por favor!!!! Es una técnica similar a la utilizada por Trump o Bolsonaro y que tan buenos resultados les dio.
Para compensar un poco esa falta de habilidad, voy a tratar de dar algunos elementos que espero nos permita discutir con mayores fundamentos algunos preceptos sostenidos y defendidos por las personas que dicen básicamente que su elección está fundamentada en que están hartas de la inflación y que están buscando un cambio y ambicionan la libertad total. Quiero decir que argumentos similares escuché antes del triunfo de Macri en 2015, muchos jóvenes que decían que estaban hartos de 12 años de kirchnerismo, que querían algo nuevo. Da para pensar, ¿verdad?. Además tienen la fantasía o ilusión que una dolarización de nuestro país los pondría en situación de estabilidad y previsibilidad cuando también hay algunos o algunas que suponen que sus actuales ingresos serán convertidos directamente a dólares en un equivalente de 1 a 1. Claramente no se vota sin alguna ilusión y el razonamiento que prima es que todos los demás gobernaron y no dieron respuesta, probemos con este, tal vez sin evaluar adecuadamente los riesgos que se corren.
No estoy muy segura de que todos sus seguidores hayan leído la plataforma electoral de su líder ni siquiera que hayan escuchado literalmente lo que dice en sus discursos, pero en realidad da lo mismo, tiene el carisma suficiente para haber concitado la adhesión del 30% de los ciudadanos que fueron a votar, que claramente no son todos los ciudadanos en condiciones de votar .Creo que si lo hubieran escuchado con cuidado y atención entenderían que tendrán que pagar o sacar un carnet de pobre para mandar a sus hijos a la escuela o atenderse en un hospital. La educación y la salud públicas tienen defectos, pero hoy son un derecho adquirido por los argentinos, tanto que ni Macri con todo lo que hizo para destruirlos logro hacerlos desaparecer, aunque si los debilitó enormemente. Recordemos todo lo que hubo que hacer con la pandemia para dar respuesta a las necesidades de la población.
Más allá de los matices en las propuestas de gobierno que ensaya Javier Milei para las diferentes áreas, el achicamiento al máximo de las funciones del Estado destaca como gesto ideológico transversal. Oscuro futuro nos espera en una nación como Argentina en que la educación, la salud y la vida de la población dependen mayoritariamente de la intervención estatal. La plataforma de Milei dice textualmente “arancelar todas las prestaciones de salud y autogestionar el servicio de salud en trabajos compartidos con la salud privada”. En concreto, si accede al Ejecutivo Nacional, quienes no estén en condiciones de pagar medicina privada, casi no podrán ejercer un derecho humano fundamental. Se habla de un seguro de salud que cubriría las prestaciones mínimas a partir de las cuales habrá que pagar.
Para mencionar algunos ejemplos, una persona con diabetes sin obra social, según los precios actuales, debería abonar entre 9.539 y 78.867 pesos al mes para cubrir su tratamiento; alguien con hipertensión, 19.540 pesos mensuales; y quien quisiera, por caso, cumplir con todas las vacunas del calendario obligatorio, tendría que desembolsar 1.017.198 pesos, en este caso anual.Y ni hablar de enfermedades como el cáncer o lo que se denominan las raras, es decir que tienen baja incidencia en la cantidad de personas afectadas. En ellas el sector privado no está dispuesto a gastar un peso. El ministro de salud bonaerense explicó que el funcionamiento del sistema de salud en la Argentina, “es mixto”. “Hay un porcentaje que se atiende por obras sociales y prepagas, y hay un 40% del país que sólo se atiende por el sistema público de salud” y añadió que el sistema de vouchers no es nuevo, es muy viejo y ha fracaso en todo el mundo”. “Me llama la atención porque, en teoría, se trata de personas con formación en economía, pero la economía de la salud, desde los años ´70 comprende que la salud es un mercado imperfecto, es decir que en salud, la lógica de la competencia de mercado no funciona», dijo Kreplak.
Este enfoque no tiene nada de novedoso, ya sucedió en el Reino Unido, en la época de Margaret Thatcher y fracasó. Es un sistema que hizo que los equipos de salud de las distintas instituciones compitan entre sí y se pierda el foco de lo que significan las prestaciones sanitarias para brindar salud a toda la ciudadanía.Si se cambia el rol del Estado en función de la oferta y se comienza a focalizar según la demanda, se generaran muchas asimetrías. Si desaparece el Ministerio se producirían inequidades y se eliminaría esa mirada solidaria que caracteriza al sistema de salud. Hoy por ejemplo, a través de la logística del Programa Remediar del Ministerio de Salud de la Nación se distribuye medicamentos para atención primaria a más de 19 millones de personas. Carla Vizzoti, la ministra de salud de la nación dijo; “La Constitución obliga a proveer medicamentos a la población, independientemente del sector al que la persona pertenezca y la provincia en la que viva. No es suficiente que exista la tecnología y que una porción de la población pueda financiarla, sino que es vital que el acceso sea equitativo. Si se comienza a ver a la salud como un gasto, la inversión en prevención y en la atención primaria estaríamos retrocediendo de manera significativa en el objetivo de acceso universal. Los remedios constituyen mercancías que se producen, circulan y distribuyen como cualquier otro producto. Si solo se regulan a través de las leyes de la oferta y la demanda, quienes terminan ganando son siempre los actores más poderosos: las corporaciones. Y quienes terminan perdiendo son los mismos de siempre: los sectores más desfavorecidos. Es una falacia el discurso de la libertad, lo que se oculta detrás de la bandera de que “cada quien haga lo que desea”, es precisamente que en el mundo actual no cualquier individuo está en condiciones de hacer lo que desea. Por el contrario, solo pueden actuar de esa manera quienes cuentan con el dinero para hacerlo. La mano invisible del mercado tiene la costumbre siempre de proteger a los mismos, los poderosos. Tal vez recordarán que al final del mandato de Macri había vuelto el sarampión que había sido erradicado del país. Esas son las cosas que suceden cuando se retira el Estado.
Con la educación pasa lo mismo. Milei propone la utilización de ‘vouchers privados’, es decir, financiados con aportes voluntarios particulares. La idea tampoco es tan extraña y la conocemos aquí y en todo el mundo como ‘becas’, que otorgan personas o empresas para que otros puedan estudiar. Pero no queda ahí la discusión, quedan varios temas a discutir. Por ejemplo, si el dinero alcanzaría para cubrir los gastos, que claramente serían menores porque ahora todos los establecimientos educativos, públicos y privados, estarían sometidos a la competencia, y recibirían sus fondos no del ministerio, sino de su capacidad para convencer a padres y estudiantes sobre las ventajas de ese establecimiento en particular. Maestros y directivos podrían fijarse sus propios salarios, sin depender de un funcionario o un sindicato. Claramente esto conlleva la segregación laboral y también provocará la segregación social.Justamente el aumento de la segregación es algo que se critica mucho en la reforma escolar sueca que aplicó en determinadas zonas de ese país el sistema de vouchers o vales y también en la experiencia chilena tan citada últimamente.
A propósito recordemos que todas las revueltas en Chile desde el golpe de Pinochet fueron originadas en los estudiantes.Los padres que no tengan los recursos culturales, educativos y económicos para aprovechar “las ventajas” del sistema quedaran a la deriva sin posibilidades prácticas de hacer una elección racional de la escuela para sus hijos. Tenemos que saber que el financiamiento del sistema escolar está relacionado con la situación económica del país y no es un simple debate ideológico, con el sistema de vales las provincias y municipios más pobres y con menor capacidad de recaudar impuestos tendrían escuelas con docentes muy mal pagos, con escasa capacitación y por tanto la calidad de la educación que se impartirá en esas escuelas será de mucho menor calidad.
Los niños y jóvenes que asistan a esas escuelas estarán en peores condiciones para insertarse en el mercado de trabajo que los niños cuyos padres puedan pagar adicionalmente al vale que entregaría el Estado y por tanto no tendrían casi ninguna posibilidad de salir de la situación de pobreza.Vale la pena recordar que la primer reforma neoliberal más profunda al sistema educativo la realizó Cavallo cuando era ministro de economía de Menem, provincializando totalmente la educación. A partir de ahí pasaron dos cosas, los planes de estudio pasaron a ser provinciales y por lo tanto no hay bases homogéneas en los saberes de los estudiantes de las distintas provincias. Esto es independiente de que es bueno que se incorporen materias específicas relacionadas con la realidad provincial. Pero aún más, los alumnos que viven en las provincias más pobres o con menores recursos tienen una calidad educativa de menor calidad que los de las provincias con mayores recursos y esto a la larga limita las posibilidades de movilidad dentro del país en búsqueda de mejores horizontes laborales.
En un país como el nuestro con tanta desigualdad social y económica todas las experiencias implementadas indican que la privatización de la educación y el corrimiento del Estado en esta materia, sólo puede aumentar la desigualdad y la segregación ya existente. Aquí tampoco funciona la competencia perfecta de la que hablan los liberales.
Otro tema del que habla mucho el candidato Milei es sobre la elevada presión fiscal del país, es un gran mito que también está incluido en la plataforma electoral y que según ellos al ser una de las más elevadas del mundo impiden el desarrollo económico del país.Según la Subsecretaria de Ingresos Públicos, la presión fiscal en Argentina es de 29,1 por ciento, muy por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE que reúne a las economías más desarrolladas del planeta), que es 34,1 por ciento. Argentina se encuentra lejos de los países con mayor presión fiscal, que son Dinamarca (46,9 por ciento), Francia (45,1 por ciento), Austria (43,5 por ciento), Italia (43,3 por ciento) y Finlandia (43 por ciento). Argentina, a nivel internacional se encuentra en el puesto 37 en términos de presión tributaria, muy por debajo de los países más desarrollados, según la propia OCDE.
Estados Unidos, que es la economía con el PBI más grande del mundo, en lugar de tener una carga tributaria volcada a los impuestos indirectos y regresivos, los cuales premiarían la acumulación de capital, como sucede en Argentina, presenta una recaudación mayor con impuestos progresivos, aquellos que gravan con un peso mayor a los que más capacidad económica tienen o, en otras palabras, alivian a los que poseen un menor ingreso. La realidad contradice a la ideología libertaria. Tampoco se verifica en la práctica que a menor presión tributaria hay más inversiones. Los datos históricos del país demuestran todo lo contrario. Las inversiones aumentan cuando mejora la distribución del ingreso y la población tiene salarios que les permite consumir.
Poco se dice de los países que tienen menos presión impositiva , por ende que se acercan más al ideal libertario de no “robar mediante impuestos”. El podio lo componen Nigeria, República Democrática del Congo y Guinea Ecuatorial. ¿Por qué será que los libertarios no los mencionan como países modelos?
La guinda del postre de la propuesta de Milei es la dolarización, aquí tampoco tengo muy buenas noticias para sus seguidores. Por lo que dicen no pocos expertos, incluso los liberales con los que coincide Milei y el propio FMI o los representantes del gobierno de Estados Unidos la convertibilidad en la situación actual del país no es viable e incluso no es sustentable en el mediano y largo plazo.
Voy a tomar algunas cuentas realizadas por los colegas Guido Agostinelli y Hernán Herrera que son miembros de Fundus que me merecen todo el respeto intelectual y que me parecen cálculos más realistas. El volumen de dinero a dolarizar no debería ser menos que la base monetaria que es todos los billetes en circulación que obviamente incluye los depósitos en los bancos y los depósitos de los bancos en el Bco Central, pero también los pasivos remunerados del BCRA que principalmente son las lelycs que son los préstamos de los bancos comerciales al Bco Central realizados con los fondos de los particulares depositados en esos bancos privados eso suma casi 25 billones de pesos. Suponiendo que hay 10.000 millones de dólares de libre disponibilidad (no se sabe bien todavía cómo se obtendrían) genera un dólar de 2500 pesos. A los precios de hoy lleva el salario de los 860 dólares (al precio oficial) actuales, a un salario de 120 dólares por mes, o sea ni siquiera el 15% del salario actual. Estas cuentas son para aproximarse al problema, cuando se empiezan a mirar los flujos, los contratos de crédito ya establecidos, las importaciones no pagadas, los plazos fijos, sus intereses, la situación empeora.
En este marco de ideas, es muy posible que haya que dar algo a cambio para conseguir esos dólares, como puede ser privatizar activos que son la gran oportunidad de la Argentina como Vaca Muerta, Palermo Aike, el litio, las explotaciones offshore y las grandes acumulaciones de agua dulce que se poseen. Adoptar el dólar como moneda equivaldría a una rendición incondicional ante las políticas económicas estadounidenses. No solo se importaría su propia inflación, sino que también se quedaría atado al ciclo económico y a sus objetivos de expansión, que no siempre serían compatibles con las necesidades internas de Argentina y más tomando en cuenta que Estados Unidos y Argentina tienen producciones competitivas no complementarias.La escasez de divisas exigiría una reedición el Plan Bonex de Erman Gonzales, el primer ministro de economía de Menem que consistió en la confiscación de los plazos fijos en ese momento en australes equivalentes a 500 dólares o más trocados compulsivamente por títulos públicos dolarizados a 10 años. Además de quedarse con los ahorros, se privatizaron las empresas públicas a precio de remate para conseguir dólares, además de tomar más deuda externa. La historia nunca se repite igual pero puede ser parecida o peor.
Es muy importante ser absolutamente claros sobre este tema al examinar los equivocados argumentos a favor de esta medida, ya que los defensores de la dolarización a menudo pasan por alto las graves implicaciones que conllevaría.Los defensores extremos de la dolarización proponen la eliminación completa del Banco Central como una medida audaz. Esta posición es un retorno a debates del pasado, y no da cuenta que el sistema financiero requiere regulación para salvaguardar los ahorros y mantener la estabilidad económica. Nuevamente convoco a recordar lo sucedido en la crisis de la convertibilidad de 2001, con los depósitos. Esa crisis fue el fracasode un esquema similar a la dolarización y veníamos de muchos años de debilitar la capacidad regulatoria del Banco Central.
Es importante señalar que en la actualidad ningún país desarrollado opera sin un Banco Central, y la gran mayoría de naciones con ingresos medios a altos tienen su propia moneda. De los 190 países listados en la base de datos del FMI, solo 14 carecen de moneda propia, entre los que se incluyen los europeos que forman la eurozona.
Esta medida implicaría someter a la Argentina a un estatus de dependencia respecto a las políticas monetarias, el ciclo económico y las necesidades de expansión y cambio estructural de Estados Unidos. En los 90 con la convertibilidad ya se vivió una recesión muy grande, en parte porque no se podía responder a las devaluaciones de nuestros socios comerciales perjudicando nuestras exportaciones, pero también destruyó el mercado interno porque se hacía más económico importar, y esto llevó a un desempleo estructural del 14% y la pobrezallegó a 51% en 1999 y 57% en 2001 justo antes de que estallara la crisis.A pesar de que hoy en la economía argentina algunos bienes y servicios se comercializan en dólares, una dolarización total resultaría en la reducción de los salarios en dólares y limitaría significativamente la capacidad del Banco Central para regular la economía.Todos los datos indican que la estabilidad monetaria, o sea la no emisión, por sí sola, no garantiza la atracción de inversiones. Lo que sí garantiza es que sería un negocio importante para toda empresa o actividad que tenga saldos netos de exportación, que serían los grandes ganadores del modelo en contra del trabajo y la producción nacional.
En América latina hay solo tres países dolarizados: El Salvador y Panamá y Ecuador, siendo este último el ejemplo elegido por Milei. Panamá, cuenta con una moneda local (el balboa) cuyo valor depende del dólar de Estados Unidosdesde que se construyó el Canal de Panamá. Ecuador es una nación golpeada por una pobreza del 27 por ciento, que incluye el 10,8 por ciento en pobreza extrema con un cuarto de la población en el trabajo informal o desempleada y una ola de inseguridad sin precedentes no parece el mejor modelo a seguir.El año pasado Ecuador alcanzó un récord de 26 homicidios por cada 100 mil habitantes, casi el doble de 2021. Para el ex ministro de economía ecuatoriano, la dolarización es «un tremendo atractivo para las economías delincuenciales como el narcotráfico, el tráfico de personas, de órganos, de armas, y eso no se está viendo en los análisis». Y añadió“en apenas tres años, Ecuador ha experimentado una transformación drástica, pasando de ser una nación pacífica a un verdadero narco Estado, concluyó el exministro.
Milei primero dijo que podía bajar la inflación en cuestión de minutos, pero al final se corrigió y terminó diciendo que eso llevaría entre 9 meses y 2 años. ¿¿Se imaginanlos negocios que podrían hacer los grandes grupos económicos para aumentar sus ingresos en dólares frente a la dificultad gigante que tendrían los trabajadores para lograr la indexación de sus salarios, en esos dos años?. Milei, ha elegido a «la clase política» como culpable de la crisis, protegiendo al poder económico. Esta es la principal razón de por qué esta corriente política y social de ultraderecha no dará respuesta a la desigualdad puesto que no tiene ningún interés en hacerlo, sino que la profundizará. Pero en el desafío a un poder identificado como causante de todos los males ha podido ocupar el espacio de canalización del descontento social de un sector de la población.
Para terminar una buena noticia, los BRICS le abrieron las puertas al país junto a Irán, Arabia Saudita, Etiopía, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Creo que le debemos una grande al presidente brasilero Lula Da Silva que ama nuestro país además de que le interesamos como socios económicos, amor del que carece totalmente Patricia Bullrich que atrasa muchos años y dijo que si ella gana el país no sería parte de una oportunidad que va a representar el 36 % del PBI mundial y el 46 por ciento de la población mundial. Ahora ya dejó de preocuparse por el cambio que se lo ganó Milei y ahora se enfoca en lo que llama el orden, claro que no tengo dudas que el orden que ella quiere es totalmente distintos del que queremos la mayoría.
La economista Mirta Botzman nos propone una mirada nacional, popular y democrática de la economía nacional e internacional, todos los jueves, a las 7,30, en su columna Cuentas Claras en el programa Contala como quieras, en La 99.3.