La extensión del plazo de dos años preestablecido para la erradicación total del uso de glifosato en la producción agraria y forestal de Misiones, previsto en el proyecto de ley de promoción de la producción de bioinsumos presentado por los diputados provinciales Martín Sereno, de Tierra Techo y Trabajo, y Carlos Rovira, del Frente Renovador de la Concordia, fue solicitada por el Colegio de Ingenieros Forestales de la provincia (Coiform).
En el documento elevado a la comisión legislativa que trata el proyecto, los ingenieros forestales señalan que comparten en términos generales la norma en debate, realizan observaciones y aportes y requieren extender el plazo de aplicación de aprobarse la ley. Al respecto, el presidente del Coiform, Jaime Ledesma, fue entrevistado en el programa Contala como quieras, en La 99.3, y destacó que “compartimos, en términos generales, el Dictamen 46/2022 de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Representantes”, pero «respecto al artículo 7, en lo referente a la prohibición de la utilización del glifosato, sus componentes y afines en toda la provincia, en un plazo de dos años, desde su publicación oficial, consideramos que se debe hacer una transición progresiva, por cuanto observamos que es necesario flexibilizar los tiempos, para lo que proponemos una transición gradual, porque técnicamente no están dadas las condiciones para su efectivo cumplimiento en el plazo preestablecido”.
Ledesma subrayó que en el documento presentado a los legisladores mencionan que por Ley XVI 124, «hoy está prohibido el uso de glifosato, sus componentes y afines, en los ejidos urbanos del territorio provincial, comunidades de pueblos originarios, establecimientos educativos y sanitarios cualquiera sea su denominación o rango; reservas naturales de cualquier tipo y denominación ya sean nacionales, provinciales, municipales o privadas; centros turísticos; cursos de agua dulce que proveen para consumo humano o su utilización para la producción agrícola ganadera». La prohibición rige desde 1 de abril del 2020 y es “la fuerte restricción territorial que hoy opera sobre el uso del glifosato”, señala el Coiform y añade que «entendemos que la promoción de reemplazos por bioinsumos no debe circunscribirse solamente a la prohibición del glifosato, sus componentes y afines, sino a todos otros productos fitosanitarios con potencial impacto negativo en el ambiente evaluando y ponderando, en todos los casos, los costos de oportunidad y su probada efectividad y eficacia”, destaca el documento.
No obstante, Ledesma no supo responder las razones por las cuales aún, con todos los antecedentes de los perjuicios que produce el glifosato en la salud humana y en las restricciones que provoca a la soberanía alimentaria, no se trabaja en la provincia en la investigación y producción de bioinsumos que pudieran reemplazarlo.