La Revolución, en manos de sus hijos
La Asamblea Nacional del Poder Popular propuso ayer a Miguel Díaz-Canel, actual primer vicepresidente, como candidato único a ocupar la máxima autoridad de Cuba después de dos mandatos consecutivos de Raúl Castro, hermano del líder de la Revolución, el comandante Fidel Castro.
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Casi 60 años después del derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista a manos de los rebeldes de la Sierra Maestra conducidos por Fidel, y a un año y medio desde la muerte del líder que llevó adelante los destinos de Cuba a pesar del feroz bloqueo de los Estados Unidos, el apellido Castro pasa a un segundo plano.
Aunque Raúl Castro seguirá siendo el primer secretario del Partido Comunista Cubano (PCC), la asunción como presidente de Díaz-Canel significa el paso de la Revolución a una nueva etapa, en la que la generación nacida después del derrocamiento de Batista toma las riendas de una economía y un sistema político que afrontan los enormes desafíos del aislamiento impuesto por Washington y sus aliados, hoy fortalecidos en la mayor parte de Occidente y, en particular, en Latinoamérica y el Caribe.
Díaz-Canel, un ingeniero electrónico de 57 años con antecedentes como primer secretario del PCC en su natal Villa Clara, poco afecto a la exposición pública y reconocido como un hombre de hábitos austeros en extremo, encarna la llegada al poder de las generaciones nacidas después de la entrada en La Habana de los rebeldes del Movimiento 26 de Julio (M-26) liderados por Ernesto ”Che” Guevara.
El diario oficial Granma detalló en su edición de este miércoles que Díaz-Canel formó parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y se desempeñó como profesor en la Universidad Central Martha Abreu, de Las Villas. En la década del 80 se integró a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC); a principios de los 90 comenzó su trabajo como cuadro del PCC y después de conducir el Comité Central partidario de Villa Clara fue segundo secretario del Comité Nacional de la UJC.
«No es un advenedizo ni un improvisado», lo elogió tiempo atrás Raúl Castro, quien además destacó de Díaz-Canel su «sólida firmeza ideológica».
Ayer, tras la oficialización de su candidatura única a la presidencia del país, los 605 diputados presentes en la Asamblea Nacional brindaron un cerrado y prolongado aplauso: Díaz-Canel será desde hoy el nuevo hombre fuerte de la Revolución.
