La yerba mate es un tema de la salud pública
“Hay pueblos, ciudades, grandes zonas, y hasta un país entero que consume yerba mate. Imagínense por un instante que la yerba mate sea un vector que contagia la felicidad, en cuestión de horas estaríamos todos contagiados y por ende felices”, dijo el destacado investigador y magister Nelson Bracesco, quien evaluó la importancia de las investigaciones científicas que avalan al alimento, de consumo masivo, como un aliado en la buena salud.
Bracesco es uruguayo, el país más matero del mundo, pero por estas tierras (colorada) se lo siente como de la casa, y no solo por la yerba mate, una pasión que compartimos, sino y fundamentalmente porque en diez años de trabajo en conjunto se ha afianzado un vínculo que jerarquiza al alimento a través de las investigaciones científicas; el investigador desde la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, en Montevideo, Uruguay, y el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) promoviendo los estudios con profesionales de universidades de todo el país y el CONICET.
“La semilla se sembró en el 2008”, recordó Bracesco. Entonces, “con Alejandro Gugliucci se nos ocurrió hacer el Primer Simposio de Yerba Mate y Salud, pensando en tres o cuatro investigaciones, y cuando nos dimos cuenta teníamos 400 participantes”. Fue el disparador de un tema que no dejó de crecer.
En el 2013, el INYM organizó la Primera Jornada de Yerba Mate y Salud, evento donde se socializaron revelaciones científicas trascendentes, como el poder antioxidante del producto. A la par, la Institución yerbatera continuó asignando fondos para promover más estudios y la formación de profesionales en la temática, creó la única Base de Datos con trabajos de todo el mundo y dio continuidad a las Jornadas, concretándose la última el pasado 14 y 15 de octubre.
La yerba se va posicionando cada vez más como un alimento que nos hace bien; es un camino que jerarquiza a nuestro producto como alimento aquí y en el mundo, un camino que pone en valor a toda la cadena yerbatera.
“Desde el momento que se inicia de manera sostenida el apoyo a investigaciones científicas, las noticias han sido gratas y el desafío cada vez mayor”, sostuvo la ingeniera agrónoma Verónica Scalerandi, subgerente del Área Técnica del INYM. “La yerba se va posicionando cada vez más como un alimento que nos hace bien; es un camino que jerarquiza a nuestro producto como alimento aquí y en el mundo, un camino que pone en valor a toda la cadena yerbatera”, agregó.
Al repasar aquellos primeros pasos, Bracesco, con quien dialogamos, ponderó el conocimiento empírico que transmitieron los guaraníes, los primeros en disfrutar el alimento que se origina en un árbol de la Selva; enfatizó sobre el aporte de la ciencia al posicionamiento del producto en el mundo y lo ubicó como un tema de la salud pública por tratarse de una infusión de consumo masivo:
Sr. Bracesco, ¿quién o quiénes y cuándo se iniciaron las investigaciones en yerba mate?
Ya que estamos en el entorno del 12 de octubre, debemos remitirnos a nuestros pueblos originarios como aquellos que descubren la planta (Ilexparaguariensis) que dio origen al mate que hoy conocemos. No solamente ahí se marca el hallazgo, sino que también el inicio de la investigación de las propiedades de la yerba mate en salud. Con la colonización la yerba paso a ser un insumo alimenticio, en esas épocas comienza una nueva etapa de la investigación en las propiedades de la yerba (sobre todo en aquellas poblaciones productoras) ahí comienzan a surgir los llamados mitos de la yerba mate y eso no era más que investigación empírica.
Recién en la década de los 90 podemos encontrar las primeras publicaciones científicas en revistas arbitradas internacionales donde se habla de las propiedades de la yerba mate. Uno de los iniciadores, por no decir el pionero, es el amigo y maestro Alejandro Gugliucci, al describir el efecto antioxidante sobre moléculas como el colesterol.
A partir de eso, ¿cómo se puede evaluar la evolución de ciencia, yerba mate y salud?
Estos días estuve haciendo un ejercicio de ver una presentación que hice en el Congreso Sudamericano de Yerba Mate en el año 2011, hablamos sobre lo poco que se publicaba en revistas científicas sobre la yerba mate y sus propiedades en salud, eran aproximadamente 80 -90 publicaciones en todo el mundo . Si hacemos el mismo ejercicio, en el 2021 nos encontramos cerca de 500 publicaciones en revistas arbitradas internacionales. Cabe aclarar que para identificar las publicaciones existentes, se utilizó el motor de búsqueda más conocido en medicina que es PUBMED.
Aquí cabe destacar el apoyo a la investigación de organizaciones e instituciones. El ejemplo más notorio es el INYM que comenzó estimulando la investigación y al día de hoy se ha transformado en uno de los mayores productores de información científica de calidad sobre yerba mate y salud, siendo referencia a nivel internacional.
Cumplimos 10 años de trabajar juntos con el INYM y hemos visto, en todas las jornadas, cómo ha ido creciendo el nivel científico de las publicaciones. Se ha generado información con un soporte académico de muy buen nivel, con profesionales que han trabajado con mucha seriedad y dando un aporte cualitativo enorme. Se ha generado información con un soporte académico de muy buen nivel, con profesionales que han trabajado con mucha seriedad y dando un aporte cualitativo enorme. Todo esto se refleja en las publicaciones.
Hoy encontramos publicaciones en motores de búsqueda de los más importantes que hay en el área de medicina.
¿Y por qué hacer hincapié en publicaciones? Porque eso es lo que llega al resto del mundo.
Esto es sumamente importante porque se está exportando yerba mate a casi 60 países. Hay responsabilidad en la generación de información.
¿Por qué es tan importante la ciencia en el campo de la yerba mate y la salud?
La yerba mate es un tema de la salud pública. ¿Qué significa? Hay pueblos, ciudades grandes zonas y hasta un país entero que consume yerba mate. Imagínense por un instante que la yerba mate sea un vector que contagia la felicidad, en cuestión de horas estaríamos todos contagiados y por ende felices. La yerba mate puede ser sin lugar a dudas un vector a seguir siendo estudiado como agente de la promoción en salud.
¿Cómo evalúa el rol de la industria, instituciones públicas y ciencia en este tema?
El rol de la industria – instituciones públicas – ciencia en yerba, ciencia y salud se debe profundizar cada vez más.Se trata de hacer un trabajo complementario entre todos, intentar que no se contaminen por intereses puntuales, para seguir haciendo crecer la investigación en todos los tópicos que hay para investigar. Eso va a prestigiar a las instituciones públicas y privadas que lo respalden y todo junto, redundará en un producto con mayor valor agregado y un respaldo académico, lo que a su vez se traducirá en mayor demanda de países que no tienen incorporado el mate en sus culturas.
¿Qué desafío nos queda en el mediano y largo plazo con yerba, ciencia y salud?
Como desafíos podríamos plantear realizar investigaciones mejor coordinadas entre los grupos que ya estamos en contacto, para así poder comparar resultados. Además, el seguir mostrando que la infusión de mate, a las temperaturas recomendadas (no más de 65°C), es segura y realiza aportes a nuestro organismo en términos saludables.
Los resultados de las ultimas investigaciones sobre Mate y Salud, están disponibles en nuestra videoteca en Youtube.
(Prensa INYM)