En el Ministerio de Defensa planean eliminar del decreto la necesidad del ataque externo de un Estado para que las Fuerzas Armadas puedan actuar en seguridad interior. Eso implica darles vía libre ante amenazas no estatales.
(Página 12) El ministro de Defensa, Oscar Aguad, confirmó que el gobierno de Mauricio Macri avanzará en incluir a las Fuerzas Armadas en seguridad interior. Concretamente, indicó que eliminarán artículos del decreto de Néstor Kirchner que reglamentó la Ley de Defensa y que estableció que las Fuerzas Armadas sólo pueden actuar ante un ataque externo de un Estado. “Hoy las Fuerzas Armadas están encorsetadas”, sostuvo Aguad, quien ratificó que “se van a suprimir un par de artículos” del decreto. Según confirmaron a este diario fuentes gubernamentales, la modificación pasará por eliminar a los Estados externos del decreto, por lo que dejaría a las Fuerzas habilitadas para actuar ante “ataques externos”.
El Gobierno viene coqueteando hace tiempo con permitir que las Fuerzas Armadas intervengan en seguridad interior. Y viene avanzando de a poco en esa dirección. La idea, según informó este diario, que manifiestan en el oficialismo es poner al Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea a hacer tareas de apoyo logístico a la Gendarmería y Prefectura en las fronteras calientes con el narcotráfico. En algunas tareas puntuales, como la custodia de represas, centrales nucleares o de Vaca Muerta, incluso se piensa en reemplazar a gendarmes por soldados voluntarios. De esta manera, se liberarían agentes que podrían afrontar otras tareas. Desde la oposición vienen señalando que el Gobierno busca prepararse para reprimir ante una mayor conflictividad social.
Durante el primer año de Cambiemos, el rol de las Fuerzas Armadas generó tironeos entre la impulsora de los cambios, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Defensa Julio Martínez, quien constantemente desmentía este uso de las Fuerzas Armadas. Con la llegada de Oscar Aguad, eso cambió. Y también fueron reubicando a los que integran las cúpulas de modo de tener allí a militares consustanciados con el proyecto. En ese sentido, es fundamental el rol que le atribuyen al jefe del Estado Mayor Conjunto, Bari del Valle Sosa.
Ayer Aguad dio un paso más hacia confirmar la dirección que tomaron en un reportaje al portal Infobae. Allí dijo que en cuestión de días modificarán el decreto 727/06 firmado por Kirchner y por la entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, en el que disponían que las Fuerzas Armadas solo actúan ante “agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otros Estados”. Esta última parte será eliminada, según se decidió hace algunas semanas en un encuentro de la mesa de seguridad del que participaron Bullrich, Aguad y el coordinador del área, el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo. “No vamos a derogar el decreto de Néstor Kirchner, se le van a suprimir un par de artículos”, indicó Aguad.
El cambio no es menor: implica darles vía libre ante amenazas no estatales, del estilo de grupos terroristas (Bullrich suele citar a ISIS, pero su ministerio agitó la idea de un grupo terrorista mapuche, la RAM), ciberataques y otras “amenazas asimétricas”, según la doctrina de Estados Unidos. Aguad lo justificó así: “La Argentina tiene que prepararse para cualquier ataque a su territorio o a su estructura vital de alguna fuerza que no sea estatal”.
“Se está analizando algunos cambios del Decreto 727/06 para dentro de muy poco y esto es tomado muy bien por las Fuerzas Armadas porque hasta ahora es una limitación. Hoy las Fuerzas Armadas están encorsetadas”, aseguró Aguad. “El decreto de Néstor Kirchner limitó el accionar de las Fuerzas Armadas a que haya un ataque de un país extranjero, es decir, de un Estado, hacia el nuestro para que puedan actuar, funcionar. Y la Ley de Defensa Nacional 23.554 dictada en 1988 no dice eso. La ley dice ‘un ataque de origen extranjero’. Inclusive, eso da a suponer que el ataque puede ser perpetrado desde adentro el territorio”, sostuvo el funcionario macrista sobre una ley de los ochenta, previa a ISIS o a los ciberataques, que mencionó como una posible amenaza.
Advirtió que el decreto de Kirchner impide “hacer inteligencia para esa función”, lo que podría implicar un regreso a las tareas de inteligencia de las Fuerzas Armadas en relación a los que puedan ser consideradas “amenazas externas”.
El ministro de Defensa también dijo que “las Fuerzas Armadas no van a actuar de manera directa contra el narcotráfico, sino sólo en ayuda logística para las fuerzas de seguridad”. Para lo contrario sería necesario modificar las leyes de Defensa y Seguridad Interior. Indicó que preverán helicópteros, vehículos, comunicación, radares. “Las Fuerzas Armadas en nuestro país sólo actuarán internamente con su capacidad logística en la región norte apoyando la prevención contra el ingreso de drogas, pero sin participar del combate narco. Para eso están las otras fuerzas, como por ejemplo Gendarmería y las otras fuerzas policiales que lo hacen muy bien”, indicó.
La decisión de avanzar en esta línea ya había sido blanqueada por el presidente Macri en un acto del Día del Ejército, aunque el mandatario fue un poco más elíptico: “Necesitamos Fuerzas Armadas que se adapten a las amenazas del siglo XXI y que estén preparadas para enfrentar los problemas que hoy nos preocupan”, indicó el presidente en esa oportunidad. Y destacó que deben prepararse para dar “apoyo logístico a las fuerzas de seguridad para cuidar a los argentinos frente a las amenazas y desafíos actuales”. En la práctica, ya lo vienen haciendo. Solo que ahora desde el Gobierno están decidido a dar un paso más. Con zapato o con bota.