Por Mirta Botzman.
La Libertad Avanza no sólo tiene a su líder que muestra incoherencias, vueltas atrás de muchas de sus propuestas que revolucionaron el espacio político, que se le deshilacha cada vez más su propuesta de dolarización y que cada vez se parece más y se rodea de la casta que gobernó con Menem en la década de los 90. Tiene además una candidata a vicepresidenta que se remonta mucho más atrás todavía y reivindica la dictadura cívico militar que sumió a nuestro país en la noche más oscura de su historia. Esta abogada que no grita, habla pausado y serenamente aunque con mucha firmeza tiene una larga militancia en el apoyo de los dictadores que han sido juzgados por jueces, con fiscales y abogados defensores, todos derechos que les brinda la democracia y que no tuvieron sus víctimas. Ella no es negacionista, ella no niega la dictadura, es aún peor porque ella la reivindica y sostiene que en similares condiciones hay que hacer lo mismo. Esta semana pasó a estar mucho en los medios de comunicación porque logró que la derecha de Juntos por el Cambio que gobierna la Ciudad de Buenos Aires le habilitara la legislatura, la casa de la democracia por antonomasia, para que hiciera un acto muy difundido cuyo título fue «homenaje a víctimas del terrorismo».
Antes de seguir hablando de Victoria Villarruel me parece importante hacer algunas aclaraciones conceptuales porque no todo juego de palabras es lícito ni veraz. A la dictadura se la nombra como ejecutora de terrorismo de Estado porque fue precisamente desde el aparato del Estado que es quien tiene por la constitución y las leyes el monopolio del uso de la fuerza y por ello las Fuerzas Armadas, la Gendarmería, la Prefectura Naval, la Policía Federal y las policías provinciales y disculpen si me olvido de alguna fuerza más son formadas, adiestradas y equipadas con armamentos, municiones y demás vituallas por el Estado sea nacional o provincial según corresponda. Victoria Villarruel habla de una guerra, pero para que haya una guerra se necesitan al menos dos ejércitos. Acá hubo una fuerza militar (ejército, marina o aeronáutica) y grupos insurgentes, en muchos casos armados, que de ninguna manera puede asimilarse a un ejército regular y con paridad de recursos a los desplegados y utilizados por las fuerzas armadas argentinas. Estos grupos insurgentes podrían haber sido detenidos y juzgados si no hubieran dado un golpe de Estado y hoy además podrían estar vivos.Nadie les niega el dolor de los familiares de los que murieron por actos de estos grupos, tampoco se trata de competir a quien le duele más una muerte. Los hechos de los que habla Villarruel ocurrieron antes del golpe de Estado cosa que ella se ocupa puntillosamente de ocultar.
Es precisamente en uso y abuso de ese poder monopólico del uso de la fuerza que se cometieron terribles atrocidades y crímenes de lesa humanidad que no prescriben. En 1995, el marino Adolfo Scilingo que se quebró y le narró a Horacio Verbitsky que él había participado en los vuelos de la muerte ordenados por los jerarcas de la Armada.Que no podía vivir con la culpa porque en el momento en que estaba arrojando un hombre al mar medio se despertó y trató de defenderse y casi cae el propio Scilingo al mar y que ese hecho le hizo humanizar lo que hacían casi como autómatas. Le preguntó al periodista si pensaba que hombres solitarios podían disponer de los aviones de la Armada y de la Prefectura para ejecutar lo que sus superiores denominaban una “forma cristiana de muerte”. No hubo guerra hubo un genocidio organizado y ejecutado de manera sistemática.
Quiero preguntar si una población informada puede votar a una persona que avala los secuestros, asesinatos, desapariciones, arrojar personas vivas al mar, violaciones, apropiación de hijos de mujeres a las que tuvieron secuestradas hasta hacerlas parir engrilladas para luego matarlas o las mataban embarazadas directamente como acaba de darse a conocer el caso de identificación del cadáver de cuatro mujeres embarazadas y que fueron asesinadas antes de parir.La declaración de las Abuelas de Plaza de Mayo dice «Lamentablemente, no es la primera vez que debemos concluir una búsqueda con este espantoso final. A lo largo de estos casi 46 años de lucha dimos por cerrados quince casos de mujeres asesinadas antes de dar a luz y hoy debemos sumar a esa lista cuatro más». El organismo logró resolver hasta hoy 137 casos de recuperación de identidad de los que fueron bebes nacidos en cautiverio y apropiados por las fuerzas de seguridad.
Estos hechos que fueron ejecutados como un plan sistemático en el que se repartieron el país entre las distintas armas y cada fuerza tenía libertad para operar como se les cantara, incluso la apropiación de bienes de los detenidos desaparecidos, de ninguna manera puede asimilarse a una guerra. La verdad es que Victoria Villarruelreivindica y trata de humanizar a los genocidas que desaparecieron 30000 personas, que nunca dijeron qué hicieron con los desaparecidos, dónde están, tampoco dicen ni dijeron dónde están los nietos apropiados hoy jóvenes que siguen ignorando su verdadera identidad. Los militares que están presos, lo están porque la justicia con todas las formalidades delademocracia los juzgó y condenó. De hecho hay 150 militares absueltos por falta de pruebas. Los juicios fueron realizados con pruebas y son un ejemplo en el mundo.
La narrativa de la guerra es la que usaron los integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad para justificar sus crímenes. En el Juicio a las Juntas, el almirante Emilio Massera le dijo al tribunal que estaba por condenarlo: “Estamos aquí porque ganamos la guerra de las armas, pero perdimos la guerra psicológica”. El transformismo del discurso, método tan usado actualmente por Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza.
Creo que no me equivoco si digo que una inmensa mayoría en el país no tiene dudas sobre lo que fue y significó la dictadura cívico militar. Es probable que la Película 1985 recientemente estrenada pueda ser útil para completar una visión para toda la población sub 40 o aquellos que por distintas circunstancias no tuvieron acceso a esa información.
Mientras se desarrollaba el acto en la Legislatura al que no permitieron el libre acceso a la prensa, muy probablemente para evitar repreguntas, afuera de un edificio absolutamente vallado los organismos de derechos humanos y otros movimientos populares y sindicales se movilizaron en repudio a lo que consideran una afrenta a los 40 años de recuperación de la democracia y obviamente en repudio a la reivindicación de la dictadura. Entre los movimientos, el secretario general de ATE Capital, que es adjunto de la CTA de los Trabajadores, Daniel Catalano, reflexionó: “La CTA y ATE estamos movilizando por la gravedad institucional de este acto… Nos movilizamos con estas preocupaciones, diciéndole al pueblo argentino que nuestros hermanos y hermanas desaparecidos no fueron terroristas, fueron revolucionarios, y hay una distancia enorme entre una persona que se levanta poniendo su cuerpo en riesgo para que haya democracia en su país y aquellos que empuñan las armas del Estado para exterminarlo.Verlo como terrorista es realmente ilógico. Así que, contra el terrorismo de Estado, siempre, concluyó Catalano”.
Pietragalla el Secretario de Derechos Humanos de la Nación recordó que lejos de ser una “víctima”, Villarruel es hija de un coronel y sobrina de un genocida procesado que nunca fue condenado por su mal estado de salud. A diferencia de Hijos Desobedientes, que denuncian a sus familias, ella los reivindica”, contrapuso.
La instalación de Villarruel se empieza a visibilizar estas últimas semanas. La sociedad ni siquiera la conoce o no la conocía. Y si no la conoce, menos sabe lo que piensa». Los organismos de derechos humanos sí la conocen y saben lo que piensa y hace. Claramente no sale de un repollo y tiene una larga participación en grupos que reivindican la dictadura. Para 2003, Villarruel participó en la conformación de un grupo que se llamó Jóvenes por la Verdad. Ella conducía un programa radial de esa asociación llamado “Proyecto Verdad”. Esa agrupación juntaba cartas en solidaridad con el represor de la ESMA Ricardo Cavallo porque decían que estaba “injustamente” encarcelado en España. También organizaba visitas de jóvenes a los que adoctrinaba a la casa de Jorge Rafael Videla cuando estaba en prisión domiciliaria.También hace pocos días se conoció que Villarruel figuraba en las anotaciones que hizo Miguel Osvaldo Etchecolatz mientras preparaba su defensa para el primer juicio que tendría que afrontar tras la caída de las leyes de impunidad. Fue el juicio que se llevó a cabo en 2006 y en el que este asesino logró,desde donde estaba prisionero, que se produjera la desaparición definitiva de Jorge Julio López, justo el día en que sus abogados tenían que pedir la condena para este exdirector general de Investigaciones de la Policía Bonaerense. Fue tan brutal y siniestro este personaje que su hija, que integra el grupo de hijos desobedientes, hizo un juicio y lo ganó para sacarse el apellido Etchecolatz de su padre.
La abogada Guadalupe Godoy que investigaba la nueva desaparición de López, logró el allanamiento a la celda de Etchecolatz y encontró entre los papeles que Villarruel aparece entre las visitas a Norberto Cozzani. El “Beto” Cozzani era un integrante de la patota de Etchecolatz, su mano derecha. Fue quien torturó al llamado “Grupo Graiver” y abusó de Lidia Papaleo mientras estaba detenida en el campo de concentración llamadoPuesto Vasco, según recordó, Osvaldo Papaleosu hermano. Recordemos que los Graiver eran los dueños de Papel Prensa, la única fábrica de papel para diarios que había en el país. Graiver murió en un extraño accidente de aviación y su viuda, Lidia Papaleo, el resto de la familia y los directivos de la empresa fueron secuestrados, torturados y ella obligada a firmar la cesión de la empresa a favor de Clarín y La Nación quienes pasaron a tener el monopolio del papel para diarios y eso fue una base sumamente importante para el veloz crecimiento del hoy grupo Clarín. Es decir, la dictadura no se apropiaba solamente de las personas sino que se apropiaba de bienes y empresas favoreciendo a los mismos grupos económicos que no trepidan en desestabilizar gobiernos. Se jactan de que la presidencia del país es un puesto menor, pretenden que todo el sistema político sea sus empleados. De ahí la persecución sin cuartel contra Cristina Fernández de Kirchner quien no se sometió nunca a sus dictados.
La verdad es que la aparición en la superficie de Victoria Villarruel hizo que la discusión pública en el país haya retrocedido muchos años. Tal vez ese sea el mérito de Villarruel, que intenta presentarse como una defensora de las “víctimas del terrorismo” a través del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv). Ella misma fundó esa ONG en 2006 como una reacción a la reapertura de los juicios por crímenes de lesa humanidad y apropiándose del vocabulario de las luchas por los derechos humanos los transformó bajo el neologismo de la «memoria completa»aunque eso era antes de cosechar el 30% de los votos emitidos por la activista devenida candidata, y previo también a conseguir el aval institucional de una Legislatura. Entre el público en la Legislatura estuvieron sentadas Delfina Wagner, la influencier libertaria vinculada a la organización del atentado contra Cristina Kirchner, y Ximena de Tezanos Pinto, «la vecina de Cristina». Por cierto Villaruel tampoco de privó de fotografiarse con Leonardo Sosa, cofundador con Jonathan Morel del grupúsculo violento llamado Revolución Federal y que contribuyeron en mucho si es que no participaron financiando el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner que sigue sin ser investigado ni castigado correctamente. Recordemos que este grupo, relacionado con los mal llamados copitos tenían además vinculaciones con el macrismo, en especial a través de la supuesta financiación de Caputo Hermanos, el messi de las finanzas y del hermano de la vida de Macri, a la carpintería de Morel por un pedido que jamás se concretó.
Victoria Villarruel se cuidó de no hacer mención alguna a la defensa de la familia militar de la que proviene y a la que defiende –mucho menos, a sus visitas a la cárcel a Jorge Rafael Videla, o al motivo por el cual Etchecolaz anotó su nombre en su agenda al momento del juicio en el que desapareció Jorge Julio López–. Pero avanzó, en cambio, en agresiones a los organismos de derechos humanos con especial virulencia contra Estela de Carlotto, la presidenta de la organización Abuelas de plaza de mayo. Debemos decir que no sólo en el país sino en todo el mundo, tal como lo reconoció la Organización de las Naciones Unidas, le debemos a la tenacidad y lucha incansable de las Abuelas que consiguieron que científicos de Estados Unidos decidieran ayudarlas y lograron determinar el “índice de abuelidad” que garantiza con un 99,99 por ciento de eficacia en la determinación de parentesco, y por lo tanto laprueba que permitía la recuperación de la identidad de los nietos y nietas nacidas en cautiverio cuyos padres estaban desaparecidos. En 2012, las Abuelas tuvieron otra respuesta positiva a su lucha. En ese año concluyó la causa más emblemática de la Asociación, conocida como “Plan sistemático de apropiación de menores”, donde se investigaron 35 casos -25 de nietos restituidos por Abuelas-, declararon unos 200 testigos y el ex dictador Videla fue sentenciado a 50 años de prisión.Villarruel debería ser más respetuosa ante semejantes modelos nacionales.
Para terminar quiero manifestar con total claridad mi preocupación sobre nuestro futuro. Javier Milei se parece mucho al Caballo de Troya en el que viene oculto el proyecto de la casta militar de restaurar los valores que suponíamos absolutamente superados por consenso mayoritario y como política de Estado desde hace 40 años en que recuperamos la democracia. Está en manos del pueblo la posibilidad de impedirlo.
La economista Mirta Botzman nos propone una mirada nacional, popular y democrática de la economía nacional e internacional, todos los jueves, a las 7,30, en su columna Cuentas Claras en el programa Contala como quieras, en La 99.3.