sábado, septiembre 7, 2024
Entrevistas

Memoria colombiana al ritmo de tambores

Colombia conmemoró este 9 de abril el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del conflicto armado, en la misma fecha en que fue asesinado Jorge Eliécer Gaitán, en 1948, un evento que transformó la historia del país y desencadenó el Bogotazo.

Rafael Lozina en La 99.3 el 10 de abril de 2024
Rafael Lozina

«La paz con verdad y memoria es el gran reto de Gustavo Petro», reflexionó el músico argentino radicado de Bogotá Rafael Lozina, quien este 9 de abril fue parte de los cincuenta músicos percusionistas convocados para ser parte del acto denominado », del que participaron víctimas de todas las regiones. Para el gobierno de Petro, la música debía ser la clave del encuentro simbólico a través de tambores, voces y trabajo colectivo, con lo que se buscó hacer un llamado a todos los actores armados a parar la guerra y reconocer a las víctimas como sujetos políticos activos con la autoridad moral de clamar por la no repetición.

«Fue muy emocionante vivir esta experiencia», contó Rafael en el programa Contala como quieras, en La 99.3 donde señaló que «como viven, ahí escuchábamos en el audio el Día de la Memoria con las víctimas del conflicto armado, aquí se llevan desde las fechas del Bogotazo que «aún hoy hay conflictos armados y creo que es el reto más grande que tiene Petro, porque después de 200 años de los mismos gobiernos y las mismas familias que manejaban, y todavía manejan un poquito, pero ya no tanto como antes, el país este día se transformó en lo que realmente debería ser, en esto de reflexionar, pensar un poquito hacia dentro del país. El Día de la Memoria antes era un día de protesta, era un día de disturbios, un día de bronca, era un día de plazas con policías porque era el pueblo llamando a los gobernantes de antes, a esta derecha uribista que negaba y que todavía niega o que más bien se ocupan en buscar culpas en lugar de atender hacia dónde va el conflicto y la cantidad de gente desplazada y bueno, todo lo que acarrea la guerra. Sin embargo, desde el gobierno del cambio, desde este otro lado de la moneda que está viviendo Colombia, en este momento histórico se vivió otra cosa y para mí, en lo personal, fue es muy emocionante».

Rafael Lozina con su tambor en Bogotá

Lozina contó que desde el Ministerio de Cultura convocaron a 50 hombres y mujeres de las diferentes regiones, «hicimos una ronda de tambores y unas estructuras rítmicas ahí en la plaza Bolivar. Fue muy emocionante porque es tener conciencia de que uno es una voz pequeñita, muy pequeñita entre cientos de miles de voces acalladas y asesinadas, da mucha emoción y veo mucha emoción cuando la estructura del país del Estado da señales, da una mano».

Este año, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes del gobierno de Colombia, la Unidad para las Víctimas​, el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella, la Asociación Nacional de Música Sinfónica, la Fundación Nacional Batuta​ y el Ministerio de Educación​ se unieron para conmemorar el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado.

La programación en Bogotá se inició en la Plaza de Bolívar. Desde las 9 de la mañana, la Unidad para las Víctimas, en compañía de otras entidades del Gobierno, llevó a cabo el acto en el que participaron cerca de 350 víctimas que están en la ruta priorizada -entre adultos mayores, personas en condición de discapacidad y personas con enfermedades catastróficas, ruinosas o de alto costo- y que recibieron su indemnización administrativa.

A las 12, el Ministerio de las Culturas, Artes y los Saberes y el Ministerio de Educación lideraron, junto a la Unidad, una agenda cultural con un acto simbólico alrededor del tambor que representa el «latir del corazón de los 9 millones de historias de víctimas». Por esa razón se invitó a los asistentes a llenar la Plaza de Bolívar con tambores.

​​​A partir de las 14., iniciaron las presentaciones artísticas y culturales del Grupo Palmeras, Violines Caucanos, Las Cuñas de Mi Tambo, Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, Coro Nacional de Colombia y el Coro Nacional de la Fundación Nacional Batuta.

Para esas últimas presentaciones, se contó con la participación especial del Coro de niños, niñas, jóvenes y adolescentes de Batuta, quienes llenaron el espacio con su talento y esperanza a partir de las 16.

El Concierto por las Víctimas en la Plaza de Bolívar fue una emotiva muestra de solidaridad y memoria. Las piezas evocaron la solemnidad y el respeto hacia aquellos que han sido víctimas de conflictos.

«Es importante resaltar que esto tampoco fue una cosa así de vengan los que quieran y los que puedan, desde el punto de vista profesional nos convocaron y han pagado a todos los músicos y a las músicas, ha sido todo con mucho cariño y con mucha emoción. Los colombianos están atravesando este momento y a mí me pone mucho a pensar este rayito de memoria que comienza a ver aquí en Colombia y aquella tormenta nublada de memoria que vivimos en el Sur del continente que después de haberlo tenido en la mano sentir que nuestros países están del otro lado ahora, en esa zona gris en donde sí muchos como ustedes están con esa voz de memoria, pero la dirección del país y los que toman las decisiones están tan tan tan tan del otro lado, es fuerte, como fue muy fuerte mirar la gente con la plaza colmada y la gente. He llorado», remató el misionero Rafael Lozina.

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