Miles reclamaron pensiones dignas
(20M) Decenas de miles de personas han salido de nuevo a la calle en España para participar en el centenar de manifestaciones y concentraciones convocadas por CC OO y UGT este domingo para exigir pensiones dignas y la viabilidad del sistema. Con estas nuevas protestas los sindicatos dan continuidad a la campaña iniciada en septiembre de 2017.
La protesta más multitudinaria tuvo lugar en Madrid, donde miles de personas reclamaron que las pensiones garanticen el poder adquisitivo de los pensionistas, ya que actualmente son «parciales e insuficientes». En la capital, la manifestación transcurrido entre la Plaza de Cánovas del Castillo y la popular Puerta del Sol, donde representantes de los UGT y CCOO han leído un manifiesto.
(RT) En febrero y marzo ya hubo movilizaciones masivas por todo el país, y en el País Vasco llevan varios meses manifestándose cada lunes frente a los ayuntamientos de sus municipios, con una fuerte asistencia.
La reclamación principal es que se vuelva a ligar la subida de las pensiones con el Índice de Precios al Consumo(IPC) y que sea «sostenible en el tiempo», explica en entrevista Martín Durán, presidente de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM), convocante en Andalucía, junto con los sindicatos, de las movilizaciones.
https://youtu.be/K-0HO6wPF_Q
Las últimas reformas del sistema público de pensiones, llevadas a cabo en 2011 y 2013, han tenido como objetivo principal su reducción, y los pensionistas y los que aspiran a serlo en un futuro ven como el poder adquisitivo de sus pensiones comienza a caer.
Durán afirma que diversos estudios ya avisan de que cuando se implemente el factor de sostenibilidad en 2019, que liga la cuantía de las pensiones a la esperanza de vida, las pensiones se reducirán en un 10%, pero que para aquellos que se jubilen con posterioridad, la rebaja «alcanzará el 40%».
El origen de las protestas
Desde hace cinco años, los jubilados españoles enfrentan subidas anuales de tan solo el 0,25%. En años anteriores, el estado de la economía ha hecho que esta mínima subida no sacudiera tanto sus bolsillos, a pesar de las enormes subidas que han experimentado algunos bienes básicos, como en el caso de la factura eléctrica o el pago de medicamentos al que tienen que hacer frente desde la reforma de 2012.
Pero este febrero, cuando la inflación supera el uno por ciento, la implementación de la subida mínima permitida por la ley hace que la pérdida de poder adquisitivo se haya hecho palpable.
La carta enviada por el Instituto de la Seguridad Social a los pensionistas para comunicarles la exigua subida fue una de las gotas que colmó el vaso. Así, en las manifestaciones precedentes se ha podido ver en numerosas ocasiones como rompían esa carta alegando que su producción y envío eran más caros que la subida mensual comunicada.
Los sindicatos convocantes afirman que la cuestión de las pensiones dignas se convertirá en uno de los ejes de la próxima celebración del Día Internacional del Trabajo, el 1 de Mayo.
Detrás de todo esto «está adonde nos quieren llevar, que es a terminar con el sistema público de pensiones y hacerlo privado», sostiene Durán. Cuando además, «en España los bancos han demostrado que son unos malísimos gestores de fondos de pensiones», añade.
La «zanahoria» del Gobierno
El Gobierno anunció en el marco de los próximos Presupuestos Generales, pendientes aún de aprobación al no contar con los apoyos parlamentarios suficientes, una serie de medidas para dar respuestas a las movilizaciones masivas del pasado mes. Entre ellas estaba una subida del 3% de las pensiones mínimas y no contributivas y la exención del pago del IRPF (Impuesto de la Renta de las Personas Físicas) a todos aquellos que percibieran menos de 18.000 euros al año. Hasta ahora, estaban exentas las rentas inferiores a 12.000 euros.
Martín Durán califica estas concesiones como «una burla hacia todos los pensionistas», «una especie de zanahoria para desmotivarnos», dice. Afirma que se trata de una propuesta solo para este año, que es una propuesta de mínimos, y sostiene la necesidad de equiparar la pensión mínima con el salario mínimo interprofesional para poder vivir «dignamente», porque «hay pensiones de 400 euros y no hay derecho».
Por su parte, los sindicatos mayoritarios califican estas medidas de insuficientes y «puntuales», consideran que solo benefician a una parte del colectivo y que pueden generar un enfrentamiento entre pensionistas, según recoge 20 minutos. Además, afirman que «no pararán hasta conseguir derogar la reforma» llevada a cabo por el Partido Popular en 2013, destinada «únicamente a recortar las pensiones».
Las pensiones: sustento de las familias españolas
Según datos del Instituto de la Seguridad y Empleo, en 2017 el 44% de los pensionistas no percibían más de 1.000 euros y el 14% no llegaba a los 500.
La ONG Educo ya advirtió en 2015, en su informe ‘Crisis y efecto dominó, ¿quedan piezas por caer?’, que la mitad de los mayores españoles destina entre un 20 y un 30% de sus ingresos mensuales a ayudar a sus hijos y nietos, a pesar de que a más de la mitad (el 52%) les costaba llegar a fin de mes.
Las pensiones españolas han sido el sustento de las familias durante el periodo de crisis y en buena medida sigue siendo así, ya que el paro juvenil es de los más elevados de Europa (37,5%, según la EPA) y el paro general sigue rozando el 15% (duplicando la media europea, situada en el 7,8%). A esta situación, habría que sumar la precarización de buena parte de los trabajos.
Por todo ello, el presidente de la FOAM anima a que «todo el mundo salga a la calle, porque el tema no va solo con nosotros». Hace también un llamamiento a la gente joven y de mediana edad. Según Durán, es «mentira» que no haya dinero para las pensiones, lo que se necesita es una «redistribución diferente de los Presupuestos Generales del Estado».
En su opinión, cuando la economía repunte de verdad y los salarios sean dignos, se podrá volver a la situación previa a la crisis, cuando la llamada ‘hucha de las pensiones’ alcanzó casi los 70.000 millones de euros y que ahora «se ha quedado en nada». «Cuando el trabajo ha funcionado, las cosas han funcionado», dice, y opina que no es necesario crear más impuestos, que la clase media «ya no puede pagar más».