Millones de Lula
Más de 60 congresistas del Partido de los Trabajadores (PT) plantearon a los presidentes de ambas cámaras su voluntad de que se incluya el apodo en sus nombres.
(RT) A menos de una semana de que el expresidente de Brasil, Luis Inácio ‘Lula’ da Silva, entrara en prisión para cumplir una pena de 12 años por corrupción pasiva y lavado de dinero, un grupo de parlamentarios pertenecientes a su organización política, el Partido de los Trabajadores (PT), ha decidido incluir el apodo de su líder en sus propios nombres como parlamentarios, en clara manifestación de solidaridad con él.
Así, más de 60 diputados y senadores han pedido a los presidentes de ambas cámaras que se incluya el apodo ‘Lula’ en sus nombres, solicitud que hasta el momento han planteado de manera oficial cerca de 40 de ellos.
«Somos millones de Lulas. Acabo de cambiar mi nombre parlamentario. Me sumo al inmenso colectivo de Lulas en la lucha por la democracia!», declaró en un tuit con su nuevo nombre el ahora senador Lindbergh ‘Lula’ Farias, quien adjuntó una foto con el pedido oficial a la cámara de senadores.
SOMOS MILHÕES DE LULAS
Acabo de trocar o meu nome parlamentar. Me somo ao imenso coletivo de Lulas na luta por democracia! pic.twitter.com/4S6rUWOTIP
— Lindbergh LULA Farias (@lindberghfarias) April 11, 2018
En ese mismo orden, la senadora Gleisi Hoffmann también oficializó su pedido ante Eunicio Oliveira, presidente de la cámara del Senado.
De esta manera, en un Congreso conformado por 81 senadores y 513 diputados, más de 60 serán llamados Lula.
La reacción de la oposición
En respuesta a esa iniciativa solidaria y al slogan de ‘Todos somos Lula’, que busca apoyar a Da Silva, algunos congresistas de la oposición optaron por imitar a los legisladores del PT, pero adoptando apodos con connotaciones muy distintas.
Los parlamentarios «Capitán Augusto», del Partido de la República (PR), y Sóestenes Calvacante, del partido Demócratas (DEM), solicitaron ser designados como Capitán «Bolsonaro» Augusto, en referencia al candidato presidencial conservador que elogió la dictadura que gobernó el país entre 1964 y 1985, y Sóstenes «Moro» Calvacante, en alusión al juez que lideró el proceso judicial contra el expresidente.
La condena a Lula
El año pasado, la 13.ª Corte Federal de Curitiba, un tribunal de primera instancia encabezado por Moro, condenó a Lula a 9 años de prisión, acusado de aceptar un lujoso departamento triplex como soborno. La condena fue confirmada en enero por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre (TRF4), de segunda instancia, que elevó la pena a 12 años y un mes de cárcel.
Luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil rechazara la semana pasada un pedido de ‘habeas corpus’ presentado por los abogados del expresidente, Lula se refugió en el sindicato metalúrgico de Sao Bernando do Campo, en la ciudad de San Pablo.
Finalmente, el pasado 7 de abril se entregó a las autoridades en la sede de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, dónde cumplirá su condena.