Daniel Enz, el periodista que denunció los abusos a menores del cura Justo Ilarraz, condenado anteayer a 25 años de prisión por la Justicia entrerriana, acusó al cardenal y ex arzobispo de Paraná Estanislao Esteban Karlic de haber encubierto al pedófilo y haberse valido de todo su poder e influencias para que las vejaciones no se hicieran públicas.
“Ilarraz era uno de los hombres de extrema confianza de Karlic” cuando la primera víctima denunció los abusos, a mediados de los 90, comentó Enz, y recordó que por entonces Karlic “era una figura de extraordinario prestigio, hombre de consulta del entonces presidente Carlos Menem”.
En diálogo con “Contala como quieras” el periodista e investigador, autor entre otros libros de “Abusos y pecados” (basado en los hechos por los que se condenó a Ilarraz), comentó en contraste que monseñor Jorge Bergoglio, en aquellos años arzobispo de Buenos Aires, emitió un comunicado “manifestando su preocupación y exigiendo una investigación el mismo día en que se abrió la causa judicial”.
La condena a Ilarraz se basó en los abusos sufridos por siete chicos que tenían entre 10 y 14 años entre 1985 y 1993, años en los que el cura se desempeñaba como preceptor en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo de Paraná, pero Enz aseguró que “hubo unas cincuenta víctimas” del pedófilo.
La gran mayoría de las víctimas tenían familiares curas, o religiosas en el caso de mujeres. “La Iglesia ejerció un poder de presión muy fuerte… Había víctimas que me decían ‘Yo quiero seguir caminando por la calle y no quiero que se desquiten con mi hermana, porque ya me lo dijeron: si hago la denuncia, a ella, que es monjita, la van a mandar a Ushuaia, no la voy a ver más’”, contó Enz.
“Hubo muchas víctimas que hicieron intentos de suicidio, con serios problemas psiquiátricos” reveló el periodista.
“La primera denuncia la hizo un chico que se negó a que Ilarraf tuviera acceso carnal y lo denunció ante el prefecto mayor, que es el actual arzobispo de Paraná, monseñor (Juan Alberto) Puiggari, quien a su vez trasladó la denuncia a Karlic, que ordenó un juicio diocesano, una especie de sumario administrativo interno, absolutamente sin garantías para la víctima… Ese chico tenía que declarar ante un cura escribiente y ante el propio Karlic absolutamente solo, sin asistencia legal, ni psicológica, sin tener a sus padres acompañándolo”, señaló Enz.
Aunque aquello ocurrió en 1993, Enz recibió la primera denuncia del caso en 2012, y en septiembre de ese año, tras una minuciosa investigación que incluyó los testimonios de decenas de otras víctimas, el periodista hizo público el caso.
En la entrevista con “Contala como quieras” Enz describió también la forma en que Ilarraz ejercía su ascendente sobre los chicos “como su maestro”, y la presión psicológica a que los sometía para que accedieran a sus prácticas sexuales sin denunciarlo. El audio que acompaña esta nota reproduce la charla con el periodista.