Henrietta Fore, directora de la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, expresó que en Haití «las necesidades humanitarias en las zonas afectadas son agudas, ya que los servicios esenciales se han interrumpido», se dio a conocer este lunes oficialmente.
«Muchas personas necesitan urgentemente atención sanitaria y agua potable. Los desplazados necesitan refugio. Los niños que han sido separados de sus familias en medio del caos necesitan protección», agregó Fore a través de un comunicado emitido este lunes.
Haití sufrió este sábado un sismo devastador de 7,2 grados en la escala Richter del que lucha por recuperarse con ayuda internacionales, y que ya causara una cifra reconocida de muertos de casi 1.300 personas, más de 5.700 heridos y unas 30.000 familias afectadas por daños ocasionados en sus viviendas.
«Los centros de salud, las escuelas, los puentes y otras instalaciones e infraestructuras esenciales de las que dependen los niños y las familias también se han visto afectados, en algunos casos de forma irreparable», agregó Fore, quien destacó que «una década después del anterior terremoto, Haití se tambalea de nuevo».
La funcionaria internacional agregó que «esta catástrofe coincide con la inestabilidad política, el aumento de la violencia de las bandas, las tasas alarmantes de desnutrición entre los niños y la pandemia de coronavirus, para la que Haití sólo recibió 500.000 dosis de vacunas».
Entre las necesidades humanitarias más urgentes destacó la atención sanitaria, el envío de vacunas contra la Covid-19, la provisión de agua potable, la protección para menores y refugio para los desplazados.
Según la oficina de coordinación de la ayuda de la ONU, la OCHA, los hospitales locales ya están desbordados de heridos, especialmente en Los Cayos y Jérémie; donde la Cruz Roja y los hospitales no afectadas de la zona están prestando ayuda.
(Télam)