Pedregullo tendrá otro docente
El Consejo General de Educación emitió una resolución para designar otro docente en el Aula Satélite 2 que funciona en el Paraje Pedregullo y depende de la Escuela 341 de Colonia Paraíso del Departamento San Pedro. La decisión llega después del fuerte reclamo de los vecinos, la única docente que presta servicio en el lugar y que ahora tendrá un colega con quien compartir la responsabilidad de dar clases en el multigrado al que asisten 43 alumnos.
Acompañados por el bloque de diputados provinciales del Partido Agrario y Social, la comunidad de Pedregullo también consiguió que comiencen los trámites de regularización de las tierras que habitan y la productora Norma Beatriz Rumbler recibió los elementos necesarios para levantar un invernáculo.
El diputado Sereno y el concejal del PAyS en San Pedro, Alfonso Frayd, estuvieron en Pedregullo y, contó Sereno «comprobamos que el local escolar donde funciona el aula satélite se cae a pedazos, las tablas se mueven, hay hendijas enormes, y los bancos están hechos de maderas que se descartaron y le faltan arreglos. Me contaba la maestra que por suerte el padrino de la escuela decidió invertir, ocuparse de lo que tendría que hacer el Estado y se está construyendo un edificio nuevo porque el que vimos ya no da para más». Inmediatamente hizo gestiones ante el Consejo General de Educación, solicitó la designación de otro docente y finalmente el presidente del organismo, Mauricio Maidana, emitió la resolución favorable.
La escuelita nueva
Este año el aula, que funciona desde el 2014, cuenta con 43 alumnos, las familias fueron creciendo como la propia colonia, ya tienen acceso a la energía eléctrica «y ahora también con la ayuda del padrino de la escuela, se está construyendo un nuevo aula satélite, donde los padres de los alumnos ponen la mano de obra, el padrino también colabora con los útiles escolares, lápices, cuadernos y hasta con ropas en algunos casos», contó la docente que trabaja en ese lugar desde el inicio.
«Se hizo de a poco con lo que se pudo, ahora abandonamos las letrinas porque hay baños instalados en la escuelita, también hay luz eléctrica; el agua la traemos con una bomba de la vecina que está frente a la escuela, porque no contamos con pozo propio», relató María Paz, la única docente hasta ahora de la que dependían los 43 niños de entre 6 y 14 años que asisten al aula satélite.
«Es muy necesario e importante que venga otro colega, para eso necesitábamos un cupo determinado de alumnos y ahora la matrícula creció notablemente y ya se puede desdoblar el aula», dijo.
Agua y luz
El agua potable fue otro de los desafíos que se propusieron encarar los vecinos de Pedregullo. Actualmente trabajan en la perforación de un pozo perforado y que desde ahí se provea a todas las chacras.
Igual tarea encararon con el servicio de luz eléctrica. Se presentó un pedido y primero se instaló la luz en el aula satélite y desde allí llegó a las viviendas. Para las chacras más lejanas se solucionó a través de la Cooperativa o con ayuda externa para proveer cables de alta tensión.
«No todas las chacras tienen agua potable, así que cuando no funciona la bomba nos arreglamos con baldes. Los chicos en los recreos se cruzan frente a la casa que cuenta con agua, piden permiso y traen el agua en baldes para tomar, hacer la leche; lavarnos las manos, para todo», manifestó la maestra.
«Antes los productores eran golondrinas, venían un tiempo y ante la falta de servicios, se iban y cambiaban la chacra por una casita donde había más comodidades». La perforación «será mucho más fácil todo», remarcó la maestra al tiempo que reiteró el agradecimiento a la fundación que apadrina la escuela, «porque está aportando con los materiales de construcción y así todo se puede hacer más rápido y tendremos una hermosa escuela de material».
El dato no menor lo dió cuando contó que «todo lo que hacemos es por donaciones, acá no intervino el Estado». Las autoridades del Ministerio de Educación nunca llegaron hasta el lugar. «Nunca vimos a ningún funcionario en los cuatro años que funciona el aula», aseguró la docente y reflexionó que «para entender lo que pasa acá es necesario que vengan a comprobar en qué condiciones estudian, cuanto llueve adentro del aula. Todo eso influye en que los niños aprendan más o menos. Si estudian en una escuela en buenas condiciones, se van a sentir cómodos y con ganas de estudiar, de progresar».