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Por la derecha, al FONDO

Finalmente ocurrió. El Fondo Monetario Internacional vuelve a la Argentina a pedido casi desesperado del gobierno de Mauricio Macri. La corrida cambiaria de la última semana precipitó una decisión anunciada hasta el hartazgo por la ahora oposición durante la campaña electoral del 2015.

El pago a los fondos buitres, la quita de impuestos a los agroexportadores y las mineras, la reinstalada bicicleta financiera, los feroces ajustes tarifarios a los servicios públicos, la reforma previsional, el ajuste con miles de despidos y la negativa a negociar paritarias que emparden la inflación que es incontrolable fueron las principales variantes que hacían prever el desenlace con el FMI nuevamente monitoreando la economía del país. Las consecuencias no son un secreto para quien conoce la historia argentina y la de muchos países que se sometieron a su tutela.

Lo que viene será a tono de lo que el organismo financiero internacional ya «recomendó» en diciembre de 2017, cuando puso en manos del Gobierno de Cambiemos sus papers con las medidas que se deben tomar para alcanzar el remanido equilibrio fiscal.

Lo que estiman las mismas fuentes que adelantaron este acuerdo es que el FMI pondrá a disposición de Macri unos 30 .ooo millones de dólares, lo máximo que el organismo presta a los países emergentes. Las condiciones son conocidas por todos: más ajustes, menos salarios, flexibilización laboral y avance en la privatización de las jubilaciones. Y no pocos arriesgan que muchos de esos millones podrían financiar la fuga de los grandes especuladores.

El punto final para la decisión que tomó Macri este martes al mediodía y que anunció en una brevísima grabación de menos de dos minutos, lo puso Wall Street, que dijo basta.

El periodista Alfredo Zaiat lo graficó así en Página 12: «La última muestra de amor (de Wall Street) fue de 9000 millones de dólares el 4 de enero pasado. En marzo, Luis Caputo, el ministro de la Deuda, viajó a Nueva York junto con sus colaboradores más estrechos para reunirse con bancos y administradores de grandes fondos de inversión para seguir pasando la gorra. La respuesta que recibieron fue que no intenten emitir más deuda argentina en el exterior. La versión oficial maquilló este fracaso de seducción a capitales financieros diciendo que el gobierno decidió no colocar nuevos bonos en el exterior para no afectar las cotizaciones de los papeles ya emitidos».

Sin olvidarse de hacer responsable del descalabro a la «pesada herencia», un Macri desmejorado, pasado el mediodía del martes, dijo en segundos: «Vamos a comenzar hoy mismo a trabajar en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional».

En ese momento, el dólar que había llegado a los 23,66 pesos por la mañana, bajó a 22,50 y en el transcurso de la tarde volvió a subir hasta cerra a 22,90 pesos. El Merval cayó 3,8% y el Wall Street las acciones argentina cayeron 11,3%.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dio algunos más detalles de la decisión. No muchos. Aseguró que «nosotros (por el Gobierno) pensamos que en este contexto la mejor manera de proteger a la sociedad argentina, de proteger los créditos del sector privado, es recurrir al financiamiento preventivo» de una entidad que, según el funcionario, «no es la misma que conocimos en el pasado».

El país «está creciendo y está disminuyendo el desempleo», dijo Dujovne y añadió que el FMI ya ha manifestado «su apoyo expreso al programa gradual para corregir los desequilibrios» de la economía. Informó que ya hubo conversaciones con la directora gerente del FMI, Cristine Lagarde. Primero la llamó el ministro, después habló con Macri. Lo que se entendió es que, en realidad, el acuerdo está cerrado. A la noche Dujovne viajó a Washington.

Los medios nacionales transmitieron en cadena el mensaje del Presidente, que no fue emitido en cadena nacional. Desde entonces hasta la madrugada de este miércoles -y seguro lo que resta de la semana y más- el tema excluyente fue el «deja bu» del regreso del Fondo.

En la prensa internacional los títulos fueron lapidarios. El País de España tituló: «Argentina pide rescate financiero al FMI por el desplome del peso». La BBC dijo: «Macri anuncia que Argentina busca ‘apoyo financiero’ del FMI para tratar de frenar el desplome del peso». Para el Financial Times, los intentos del Gobierno para “rescatar” al peso fallaron, por lo que el presidente Mauricio Macri se vio “forzado” a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional. “Resbalón de la Argentina hacia una crisis fuerza a Macri a llamar al FMI”, titula el FT Middle East, que destaca la noticia junto a la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de retirarse del pacto nuclear con Irán.

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