La Semana de la Memoria por la Verdad y la Justicia se desarrolla en Misiones bajo la consigna «Si tocan un pañuelo pintamos un millón» que a propuesta de las Madres de Plaza de Mayo convoca pintar los emblemáticos pañuelos blancos en todo el país a modo de réplica y protesta positiva a la decisión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de remodelar la Plaza de Mayo y con ello quitar las baldosas donde hace muchos años se pintaron los pañuelos alrededor de la pirámide de Mayo.
En Posadas
Militantes de Nuevo Encuentro, Resistiendo con Aguante y el Movimiento Alfonsinista en Unidad Ciudadana y La Cámpora, que el domingo pasado pintaron los pañuelos alrededor de la estatua de la Libertad en la plaza 9 de Julio de Posadas, este martes hicieron lo mismo en la plaza San Martín alrededor de la estatua del Libertador José de San Martín. La pintada continuará el jueves en otros espacios públicos de la capital misionera.
Este miercoles, en el barrio Libertad de la Chacra 120 de Posadas, a las 16, se realizará el Pañuelazo con jóvenes de la escuela de fútbol de Gabriel Domínguez.
El viernes 23, a las 10,30, convocados por la Secretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad, entre otras actividades, se llevará a cabo el «pañuelazo» en la Plaza 9 de Julio.
En Montecarlo
Desde el Centro de Derechos Humanos Pedro Peczak, se acompañó este martes al Pañuelazo que se realizó en la localidad de Montecarlo por iniciativa del departamento de Aplicación de la Escuela Normal.
La actividad se llevó a cabo en la plaza La Paloma, donde los alumnos «se entusiasmaron y se disputaban los turnos para pintar», según relató la coordinadora del Centro Pedro Peczak, Amelia Báez, quien añadió que los niños «llegaron enfundados en banderas y portando carteles, conscientes del significado de la jornada que estaban protagonizando».
Báez también destacó que la actividad escolar «es el resultado del sano ejercicio de la Memoria impulsado por la directora Norma Ramos, sobreviviente del terrorismo de estado, y el plantel educativo que la acompañó. Montecarlo cuenta numerosas víctimas de la última dictadura cívico militar, entre ellos militantes políticos y sociales, entre ellos varios docentes.