Y ahora ¿Quién podrá salvarlos?
Por Adolfo Quiroga (Timón).Si el lector está cansado del discurso de Mauricio Macri, sepa que lo que él dice y hace no le nace. Como ya lo debe saber, detrás está su asesor plenipotenciario el ecuatoriano Jaime Durán Barba, él es quien le dice cómo hablar, posar, gesticular, llorar, reír, y especialmente como mentir. Cuando escuche alguna contradicción por parte del Presidente, ese es el verdadero Macri cuando se le acaba el libreto. Las enseñanzas de Durán Barba son mentiras y manipulaciones. Macri no piensa: obedece. No planifica: aplica recetas.
La campaña electoral ha empezado y promete ser muy dura, “discurso contra sanata”, “propuestas contra promesas”, “mentiras contra verdades”, en donde el show mediático, será la central de cómputos. En este contexto, es muy importante prevenir al electorado sobre como intentará manipular Durán Barba la voluntad del votante, contándole cómo piensa el ecuatoriano. A pesar de que se fue del país hace algunas horas, quedó al frente de la asesoría presidencial, el Psicólogo español Roberto Zapata, del mismo equipo que Don Jaime, la misma matriz de acción, el mismo pensamiento.
Una prueba (de las tantas) en la que “el Gurú” deja ver su entramado neuronal o al menos deja expuestas sus contradicciones, es una entrevista realizada en el 2017 cuando dice: “Yo detesto el marketing en general y el marketing político en particular. Lo que nosotros hacemos es hacer política con herramientas modernas”.
El viejo axioma de “Miente, miente que algo queda” adjudicado al jerarca Nazi Joseph Goebbels allá por 1943, parece tener más vigencia que nunca. El Gobierno ha aplicado desde que asumió y guiado siempre de la mano de Don Jaime, mentirosas estrategias de comunicación con un mensaje falso cargado de cinismo elaborado para un mundo irreal. Ha utilizado todas las vías publicitarias habidas y por haber para llevar ese mensaje. Son “las herramientas modernas” de la cual habla el ecuatoriano.
Pero la mayor de las pruebas de cómo razona este “Asesor Presidencial” se encuentra en su libro “El Arte de Ganar”, allí describe al mejor estilo del General Chino Tzun Tzu, las estrategias para ganar una elección. Pero más que un compendio de reglas y normas, el libro es una falta de respeto para los argentinos ya que para él “El electorado está compuesto por simios con sueños racionales que se movilizan emocionalmente”. O sea todos somos monos. ¿Seremos acaso una especie en un grado menor de evolución que los gorilas?
Según su óptica, ¿son simios entonces los peronistas, socialistas, radicales, independientes, por tener el sueño racional de querer un país mejor, más justo, igualitario, donde se puede llegar a fin de mes con el sueldo? ¿Son simios también esas mismas personas que se emocionan al escuchar un discurso de Evita, Perón o Cristina soñando con un futuro mejor o recordando con nostalgia un pasado feliz?
También nos dice el genio del marketing político que “Las elecciones se ganan polarizando al electorado, sembrando el odio hacia el candidato ajeno”. Es evidente que sembraron odio, mintieron y mienten, son los autores de “La culpa fue de la década anterior” “se robaron todo”.
Excavaron media Patagonia por denuncias anónimas telefónicas buscando el tesoro escondido y nunca encontraron nada. El gobierno de Macri no tiene un muerto en el placar, tiene todo un cementerio y en cada nicho una lapida que reza “aquí yace un inocente”.
La especialidad de Durán Barba parece ser los medios de comunicación cuando dice: “Es clave estudiar al votante común, poco informado, ese que dice no le interesa la política. El papel de los medios es fundamental”. El presidente no hubiera podido llegar a la presidencia sin la ayuda de los medios amigos. Esos que dicen que Macri es el inmaculado, el que no comete errores, el que piensa y vive por los pobres. El que se toma un merecido descanso pero no vive de vacaciones. Una y otra vez está presente “miente, miente que algo quedara”.
Por esos mismos meses del 2017, Don Jaime afirmaba a otro diario que: “En su mundo, el mundo de las pulsiones psíquicas, el votante votara de acuerdo a como alguien le direccione su voto, el votante es una masa de seres humanos que se deja llevar”. Como vemos el voto con el corazón no encaja, el sentimiento patriótico ni partidario tampoco. “Manipulo a los votantes de tal manera que te hago ganar la elección y vos una vez en el gobierno hace lo que quieras” parece ser su máxima.
En estos días no todo es triunfo y encuestas positivas en el mundo Duranbarbístico. La realidad supero a la ficción: Cambiemos se está quebrando de a pedazos y no es un deseo partidario de muchos que se encuentran obnubilados por una realidad triunfalista debido a las sucesivas derrotas que viene (y seguirán) experimentando el PRO. Es una realidad a la que se le suma una implosión producto de confundir “unir con amontonar”. Una de las grandes socias y fundadoras de Cambiemos, Lilita Carrio nunca lo quiso a Durán Barba. “Con el teñido no me junto”, afirmo una vez. Beatriz Sarlo lo trato de “bruto y grosero”.
Pero quizás uno de los visionarios que previo una catástrofe si seguía asesorando Don Jaime, fue Federico Pinedo cuando le sugirió al ecuatoriano que “saliera a recorrer el país” así conociera la realidad de la gente. El país era otro en ese momento cuando “el gurú” se hizo cargo de las encuestas. El trabajo sucio ya se hizo y ahora la realidad a cambiado.
La fórmula presidencial Alberto Fernández – Cristina Fernández los ha desconcertado, desorientado, no lo esperaban, el tiro vino de otro lado. Tenían la artillería preparada para “Cristina Presidenta” y les salió mal, y cuando alguien está desesperado se torna “más peligrosos que mono con navaja”. En el campo dirían que “el ternero no quiere soltar la teta”. Hay que cuidarse del “Brujo y su Clan”, no se dará por vencido, inventara cualquier cosa para no tirar por la borda “tantos años de prestigio”, y más aun no quedar mal con su publico allá en Estados Unidos donde da conferencias a salón lleno. El ataque vendrá del lugar menos pensado y hay que estar prevenidos.